martes, 12 de octubre de 2010

De Oraciones y Milagros


Desde la histórica frase "Estamos bien en el refugio los 33"
han pasado ya más de 2 meses.

Esta poderosa frase que "salió de las entrañas de la tierra"
(dicho por el presidente Sebastian Piñera, el 22 de agosto 2010)
ha movido voluntades,
convocado expertos rescatistas,
mantiene encendida la espera de las familias
y ha ido generando una creciente expectación
en el mundo entero que observa.

Son muchas las historias de vida y sin embargo creo no equivocarme al afirmar que cada uno de los 33 mineros ha cambiado sus paradigmas y su horizonte de prioridades.
Como ejemplo cito la frase
"Cuando salga, compramos el vestido y nos casamos"
(Esteban Rojas, uno de los 33, a su esposa Jessica con quien sólo se casó por el civil)


Del mismo modo milagroso como el desierto florece,
regalando en cada capullo una belleza inesperada,
desde el fondo de la tierra surge este milagro de supervivencia,
milagro que aglutina los corazones en una sola emoción vibrante.


Son muchas las plegarias, las oraciones, el ruego por la vida de los 33 mineros de la mina San José en la región de Atacama. Con ellas se fue tejiendo este manto de oraciones que abrigó a las familias que han permanecido en el desierto, aun bajo la fría camanchaca.
El mismo que cubrió a los mineros y cuya sombra benéfica revitaliza nuestra propia fe.


 Esta oración colectiva ha llamado a la puerta de un Dios que es real. Aquel que conoce la intención del corazón. El Dios Nuestro, el Todopoderoso, el Padre de Misericordia.


Cierta vez en el pueblo del rabino Baal Shem Tov sucedió un milagro: el rio se desbordó y el agua, que avanzaba amenazaba con destruirlo todo a su paso, se detuvo milagrosamente a la entrada del poblado sin dañar nada, sin lastimar a nadie.
Baal Shem Tov agradeció a Dios el milagro, y esta vez El le contestó:
-la plegaria se Shmuel me conmovió… -dijo  el Señor
El gran rabino fue a ver a Shmuel, a quien todos tenían por el tonto del pueblo.
-¿Qué oración dirigiste al buen Dios el día en que se  desbordó el rio?- le preguntó después de agradecerle lo que había hecho por todos.
-No sabía qué palabras usar –dijo Shmuel-, de hecho no tenía conmigo el libro de las oraciones y tampoco hubiera sabido cuál elegir… Así que recité el abecedario y le dije al Todopoderoso: “Aquí están todas las letras, Señor, acomódalas y construye con ellas la mejor plegaria para pedirte que protejas a este pueblo” (Cuento de Jorge Bucay)

las imágenes están tomadas de EMOL

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...