miércoles, 29 de febrero de 2012

En la puesta de sol


Tessiner Bergdorf

EN LA PUESTA DE SOL
Joseph von Eichendorff

Con penas y alegrías,
mano a mano, hemos caminado.
Reposemos ahora de nuestros viajes,
en la tranquila campiña.

A nuestro alrededor se inclinan los valles,
ya la brisa se ensombrece.
Sólo dos alondras alzan todavía el vuelo
soñando de nuevo en el oloroso aire.

Acércate y déjalas trinar,
pronto será hora de dormir,
para que no podamos perdernos
en esta soledad.

Oh, inmensa y dulce paz,
tan profunda en la puesta de sol,
qué fatigados estamos por haber caminado.
¿Será esta, entonces, la muerte?



Gärtnerei

Dorf im Tessin

Blick gegen den Gotthard

Ein Tessiner Dorf
Tuschfeder und Aquarell 1930

Casa en Berna (1921)



IM ABENDROT

Wir sind durch Not und Freude
gegangen Hand in Hand,
vom Wandern ruhen wir (beide)
nun überm stillen Land.

Rings sich die Täler neigen,
es dunkelt schon die Luft,
Zwei Lerchen nur noch steigen
nachträumend in den Duft.

Tritt her und lass sie schwirren,
bald ist es Schlafenszeit,
dass wir uns nicht verirren
In dieser Einsamkeit.

O weiter, stiller Friede!
So tief im Abendrot,
wie sind wir wandermüde-
ist dies etwa der Tod?


Dorf

Sonnenblumen in Montagnola, ca. 1927


‘Herbsttag’ (Día de otoño), 192

Cerezo

Magnolie
Este poema IM ABENDROT de Joseph von Eichendorff es parte de una obra del compositor Richard Strauss, titulada “Cuatro Últimas Canciones” (los otros poemas que incluye esta obra son de Hermann Hesse).
El texto completo se puede leer en esta página


Todas las imágenes que se incluyen son de Hermann Hesse, en su faceta de pintor.

Más imágenes:
TARINGA!
HERMANN HESSE

lunes, 27 de febrero de 2012

Escrito en la Arena


Sin pisar la arena - Laura Johnson Knight


Escrito en la Arena
Hermann Hesse

Que lo hermoso y lo hechicero
sea tan sólo hálito y tormenta,
y que lo encantador y lo precioso
y lo propicio nunca permanezca:
que flor y nube y pompa de jabón,
fuegos artificiales, risas de los niños,
mirada de mujer en el espejo
y tantas otras cosas tan maravillosas
que se extinguen, apenas descubiertas,
duren sólo un instante,
eso penosamente lo sabemos.
No nos es tan querido
lo duradero, inmóvil:
piedra preciosa con un fuego frío,
pesada barra de oro refulgente;
y las mismas estrellas
extrañas, alejadas, no parecen
iguales a nosotros, seres transitorios,
pues la hondura del alma no la alcanzan.
Parece que lo hermoso, que lo amable tienda a la destrucción,
tan cerca siempre de la muerte,
y que lo más precioso, los tonos de la música
que desde el nacimiento
huyen, se desvanecen,
hálito son tan sólo, ríos, persecución.
Y por un dolor tenue derribados de un soplo,
pues tampoco se dejan detener
por el tiempo que dura este latido, tampoco exorcizar;
sonido tras sonido, casi apenas tocados,
se esfuman y se escurren desde allí.




Así está nuestro corazón
lealmente entregado,
fraternalmente a lo fugaz,
la vida, lo que mana,
no a lo que, sólido, posee duración.
Pronto lo permanente nos fatiga, joyas,
roca y mundo estrellado,
a nosotros, en el eterno cambio a la deriva,
almas de viento y pompas de jabón,
al tiempo unidos, y fugaces,
a quienes el rocío de una hoja rosa,
a quienes el cortejo de unas aves,
la muerte del espejo de las nubes,
el brillo de la nieve, el arco iris,
la mariposa que voló, nosotros,
a quienes el sonido de una risa
que al pasar nos rozara
nos parece una fiesta
o nos causa dolor. Amamos todo aquello
que nos es semejante, y entendemos
lo que el viento escribe sobre la arena.

Sue Nichols - fuente

Escrito en la Arena
Poema de Hermann Hesse
Del libro del mismo nombre - Traducción de Jenaro Talens


versión original, gentileza de Doña Eñe

Was Der Wind in Den Sand Geschrieben
Hermann Hesse

Dass das Schöne und Berückende
nur ein Hauch und Schauer sei,
dass das Köstliche, Entzückende,
Holde ohne Dauer sei:

Wolke, Blume, Seifenblase,
Feuerwerk und Kinderlachen,
Frauenblick im Spiegelglase
und viel andre wunderbare Sachen,
dass sie, kaum entdeckt, vergehen,
nur von Augenblickes Dauer,
nur ein Duft und Windeswehen,
ach, wir wissen es mit Trauer.

Und das Dauerhafte, Starre
ist uns nicht so innig teuer:
Edelstein mit kühlem Feuer,
glänzendschwere Goldesbarre;
selbst die Sterne, nicht zu zählen,
bleiben fern und fremd, sie gleichen
uns Vergänglichen nicht, erreichen
nicht das Innerste der Seelen.

Nein, es scheint das innigst Schöne,
Liebenswerte dem Verderben
zugeneigt, stets nah am Sterben,
und das Köstlichste: die Töne
der Musik, die im Entstehen
schon enteilen, schon vergehen,
sind nur Wehen, Strömen, Jagen
und umweht von leiser Trauer,
denn auch nicht auf Herzschlags Dauer
lassen sie sich halten, bannen;
Ton um Ton, kaum angeschlagen,
schwindet schon und rinnt von dannen.

So ist unser Herz dem Flüchtigen,
ist dem Fließenden, dem Leben
treu und brüderlich ergeben,
nicht dem Festen, Dauertüchtigen.

Bald ermüdet uns das Bleibende,
Fels und Sternwelt und Juwelen,
uns in ewigem Wandel treibende
Wind- und Seifenblasenseelen,
Zeitvermählte, Dauerlose,
denen Tau am Blatt der Rose,
denen eines Vogels Werben,
eines Wolkenspieles Sterben,
Schneegeflimmer, Regenbogen,
Falter, schon hinweg geflogen,
denen eines Lachens Läuten,
das uns im Vorübergehen
kaum gestreift, ein Fest bedeuten
oder wehtun kann. Wir lieben,
was uns gleich ist, und verstehen,
was der Wind in den Sand geschrieben.


El mar tiene sus perlas - William H. Margetson


El contador de historias - Alejandro Rossi

L´Anneau d´Or - René Magritte

Sol naciente - Claude Monet

Shore of Turquoise Sea - Albert Bierstadt


sábado, 25 de febrero de 2012

Ensueño


Sueño de Amor - Emma Florence Harrison 

Ensueño
Emily Dickinson


Para fugarnos de la tierra
un libro es el mejor bajel;
y se viaja mejor en el poema
que en el más brioso y rápido corcel
       
Aun el más pobre puede hacerlo,
nada por ello ha de pagar:
el alma en el transporte de su sueño
se nutre sólo de silencio y paz.

Versión de Carlos López Narváez


Margaret Evans Price

A birthday - Emma Florence Harrison

Verano - Emma Florence Harrison

A Book
Emily Dickinson
There is no frigate like a book
To take us lands away,
Nor any coursers like a page
Of prancing poetry.


This traverse may the poorest take
Without oppress of toll;
How frugal is the chariot
That bears a human soul!

Margaret Evans Price

Vittore Carpaccio

Kestutis Kasparavicius

Kestutis Kasparavicius

Jillian Tamaki

Helen Allingham
There is no frigate like a book
To take us lands away
Emily Dickinson


jueves, 23 de febrero de 2012

Belleza - Una Leyenda de Amor


detalle - obra de Giovanni Antonio Boltraffio

Cuenta El Alquimista de Paulo Coelho, en su Prólogo, que se encontró con un libro tan antiguo que no tenía tapas, pero se alcanzaba a distinguir el nombre del autor: Oscar Wilde. En este libro encontró una historia sobre Narciso.
El Alquimista, que conocía la leyenda de NARCISO se sorprendió porque Oscar Wilde no terminaba la historia de la manera en que la conocemos. El decía que cuando Narciso murió vinieron las diosas del bosque y vieron que el lago donde Narciso se contemplaba se había trasformado pasando de un lago de agua dulce que era, a un cántaro de lágrimas saladas.
Ellas Le preguntaron al Lago ¿por qué lloras? - Lloro por Narciso respondió el Lago. 
- No nos asombra que llores por Narciso! le respondieron, porque Tú eras el único que tenía la oportunidad de admirar su belleza.

El Lago guarda silencio pero finalmente dice: “Yo lloro por Narciso, pero nunca me dí cuienta si era bello. Lloro por Narcsiso porque cada vez que él se inclinaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, reflejada mi propia belleza".


Giovanni Antonio Boltraffio - fuente

Daniel Barkley - fuente

Caravaggio

Franz Von Stuck 

(detalle)  John William Waterhouse

Karl Brulloff

Johann Heinrich The Elder Tischbein

Nicolas Bernardt Lepicie

Texto de Oscar Wilde
De “Poemas en Prosa” (1894)

When Narcissus died the pool of his pleasure changed from a cup of sweet waters into a cup of salt tears, and the Oreads came weeping through the woodland that they might sing to the pool and give it comfort.
And when they saw that the pool had changed from a cup of sweet waters into a cup of salt tears, they loosened the green tresses of their hair and cried to the pool and said, “We do not wonder that you should mourn in this manner for Narcissus, so beautiful was he.”

“But was Narcissus beautiful?'” said the pool.

“Who should know that better than you?'” answered the Oreads. “Us did he ever pass by, but you he sought for, and would lie on your banks and look down at you, and in the mirror of your waters he would mirror his own beauty.”

And the pool answered, “But I loved Narcissus because, as he lay on my banks and looked down at me, in the mirror of his eyes I saw ever my own beauty mirrored.”


Mónica Armiño - fuente

foto de Elvira Coderch - Flores y Palabras

“¿Qué se ama cuando se ama?”
Gonzalo Rojas


lunes, 20 de febrero de 2012

Silencio


Escuela del silencio - Jean Delville


Silencio
Octavio Paz

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.


Pedro mártir insta al silencio - Fra Angelico


Beata - Aelfred Fahey

Junto al mar - Philip Burne-Jones


Esperanza - George Frederick Watts


Cabeza coronada - 1897 - Edward Burne-Jones


El Lector - Pierre Auguste Renoir

Melancolia - Edvard Munch

imagen del fotógrafo contemporáneo, Fan Ho


Silence - Paul Hoecker

Así que... - Paul Hoecker

Silencio 
la tierra va a dar a luz un árbol...
Vicente Huidobro


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...