sábado, 29 de enero de 2011

Concepto Mujer

 “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? 

    Su valor sobrepasa largamente al de las piedras preciosas.     

 El corazón de su marido confía en ella 
    y no carecerá de ganancias.     
 De ella recibe el bien y no el mal 
    todos los días de su vida.     
 Ella busca la lana y el lino, 
    y trabaja gustosamente con sus manos.     
Es como la nave del mercader, 
    que trae su pan desde lejos.     
 Siendo aún de noche, se levanta 
    para dar la comida a su familia 
    y la ración a sus criadas.     
 Considera la heredad y la compra, 
    y con sus propias manos planta una viña.     
 Se ciñe firmemente la cintura 
    y esfuerza sus brazos.     
 Ve que van bien sus negocios; 
    su lámpara no se apaga de noche.     
 Aplica sus manos a la rueca 
    y sus dedos manejan el huso.     
 Alarga su mano al pobre; 
    extiende sus manos al menesteroso.     
 No teme por su familia cuando nieva, 
    porque toda su familia va vestida de ropas abrigadas.     
Ella se teje los tapices, 
    y de lino fino y de púrpura es su vestido.     
Su marido es conocido en las puertas de la ciudad, 
    cuando se sienta con los ancianos del país.     
 Teje telas y las vende, 
    y provee de cintas al mercader.     
 Fuerza y honor son su vestidura, 
    y se ríe de lo por venir.     
 Abre su boca con sabiduría 
    y la ley de la clemencia está en su lengua.     
 Considera la marcha de su casa 
    y no come el pan de balde.     
 Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada, 
    y su marido también la alaba:     
"¡Muchas mujeres han hecho el bien, 
    pero tú las sobrepasas a todas!"    
 Engañosa es la gracia y vana la hermosura, 
    pero la mujer que teme a Jehová, esa será alabada.     
¡Ofrecedle del fruto de sus manos, 
    y que en las puertas de la ciudad la alaben sus hechos!” 
Libro de Proverbios




De este ideal de mujer de los Proverbios (atribuidos al rey Salomón) hasta la construcción de lo femenino del día de hoy, se observan profundos cambios sociales. Estos cambios han llevado al “eterno femenino” a cuestionarse en ocasiones y reinventarse una y otra vez. Se ha revitalizado su potencial, empoderándose hasta alcanzar reconocimiento, en todas las aéreas de la actividad humana, incluyendo las ciencias y la política. Este último reducto masculino, al menos en Chile, fue definitivamente alcanzado con la elección de la ex Presidenta de la República, Sra. Michel Bachelet Jeria.



Jesús sacó del anonimato a la mujer, dándole un sitial de honor no solo en el contexto social de su época, sino también hasta nuestros días. Los Evangelios registran sus encuentros, sus diálogos y su amistad con mujeres, mientras caminaba por las polvorientas calles de Palestina.
Desde el Génesis, Dios le ha dado un trato especial a la mujer. Quizás, el mayor de todos es haber respetado su propio diseño “femenino” y los procesos misteriosos de la maternidad,  para acercar el Reino de Dios a los hombres en la figura humana del Niño Dios.



Creo que las feministas de los años 40 ó 50 del siglo XX, ni en el mejor de los sueños, cuando peleaban por el voto femenino, visualizaron una sociedad donde la competencia hombre-mujer ha dado paso a la exaltación de la mujer en muchas aéreas. Hubo muchos episodios que marcaron el desarrollo social y personal de la identidad femenina, por ejemplo: la revolución de la “Joven formal” y la “Revolución de las flores”, con “Las chicas buenas se van al cielo y las malas a todas partes” y también las “Mujeres que corren con los lobos”.



Junto a los cambios de lo femenino también el concepto de familia, como núcleo, ha cambiado. Hay muchas familias mono parentales. Mujeres jefas de hogar o un padre en los roles de padre y madre a la vez. Hay imágenes urbanas muy distantes del momento en que fueron escrito estos versos del libro de Proverbios. Las tareas del hogar son compartidas, lo mismo ocurre con las responsabilidades ante los hijos. No es raro ver a un papá llevando a su hijo al colegio o un hombre cargando niños en la consulta de un médico, actividades consideradas, por mucho tiempo, sólo de las madres. Así también han ido surgiendo distorsiones del ideal femenino. Voces transgresoras, que claman por derechos y reconocimiento social. Un universo confuso y complejo que en ocasiones pone a prueba las bases cristianas de nuestra sociedad.



Es verdad que los estereotipos siguen vigentes en muchos casos, por ejemplo: La mujer objeto sexual; la maniquí que en una mano sostiene un bisturí y en la otra unos cuantos kilos de silicona; la princesita reina del hogar; la madre abnegada, la de los milagros cotidianos; y aquella de los espacios reservados para la religiosidad y la santidad.



Dicen que las mujeres nos reinventamos diariamente cuando nos arreglamos frente al espejo.
Desde mi condición de mujer, le doy gracias a Dios por vivir en esta época, con mayor libertad, donde se están generaran nuevos cambios y donde aún permanecen en equilibrio (a veces precario)  la fuerza y la debilidad, el coraje y la humildad, la belleza y la ferocidad de la mujer.



Seguramente en el futuro, las hijas de esta generación, nuestras hijas, serán las líderes, las voces femeninas que se pondrán de pie sobre nuestros hombros, así como nosotros lo hemos hecho sobre los de nuestras madres y abuelas. De ellas alguien dirá:

"¡Muchas mujeres han hecho el bien,
    pero tú las sobrepasas a todas!"


miércoles, 26 de enero de 2011

Recuperando la Bendición


"Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;
El es vuestra ayuda y vuestro escudo.
Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;
Bendecirá a la casa de Israel;
Bendecirá a la casa de Aarón.
Bendecirá a los que temen a Jehová,
A pequeños y a grandes.
Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;
Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.”
Salmo 115





Hubo un hombre en la antigüedad, (su nombre es Jacob y su historia está registrada en el libro de Génesis) que luchó por su bendición. En un momento de su vida, cuando estaba huyendo de todo y de todos, tiene un encuentro personal con el enviado de Dios.
Con gran osadía y vehemencia quizás, le dice No te dejaré si no me bendices”




Hoy en día no necesitamos luchar por nuestra bendición. Está disponible para quien la solicite. Hay unos brazos amorosos y abiertos, con la mayor bendición que pueda existir: la bendición del Amor de Dios.

Jesús nos enseña a través de las bienaventuranzas que se puede tener una vida bendecida, llena de consuelo, paz, satisfacción y en íntima relación con Dios.




Hace unos días, mirando como un ave se estrellaba contra mi ventana, dando picotazos en el vidrio, entendí que, en ocasiones, busqué alguna bendición en el lugar equivocado. La bendición correcta sólo Dios la puede dar. Por eso vale la pena preguntarse

¿Cuál es mi concepto de Dios?

·         ¿Es el dedo que acusa, o la mano que bendice?
·         ¿Es el ojo que vigila, o la mirada protectora?
·         ¿Es la voz que reprueba, o el susurro que consuela?      
·         ¿Es el Dios controlador y vengativo, o el Padre que muestra su amor incondicional?
·         ¿Es la palabra que condena, o el verbo que bendice?





Cuando somos bendecidos, podemos bendecir a otros, especialmente a nuestros hijos. Esta bendición está implícita en el gesto de aprobación, en una sonrisa, o en una palabra de consuelo. Bendecimos con un “te amo”, “eres especial”, “estoy contigo”;  y esta bendición tiene un efecto multiplicativo porque tiene su origen en la generosidad de quien sabe dar “medida buena, apretada, remecida y rebosante” que vaciará “en vuestro regazo



Desde muy antiguo Dios mismo instruyó a su pueblo en relación con la bendición y aquellas palabras quedaron registradas para nosotros. Están aquí ahora, para ti y para mi, con ellas podemos también bendecir o bien-decir:

“el Señor te bendiga y te guarde
El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti
Y tenga de ti misericordia
El Señor
alce sobre ti su rostro
y ponga en ti paz"
(Libro de Números)



“Hubiera yo desmayado,
si no creyese que veré
la bondad de Jehová 
En la tierra de los vivientes. 
Aguarda a Jehová; 
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; 
Sí, espera a Jehová”
Salmo 27


ilustraciones de Yoko Furusho


lunes, 24 de enero de 2011

Decir Gracias

"Porque con alegría saldréis,
y con paz seréis vueltos;
 los montes y los collados
levantarán canción delante de vosotros,
y todos los árboles del campo
darán palmadas de aplauso"
Isaías
Un Piano Verde

Al parecer dar gracias no es algo innato en el ser humano. De hecho,  desde la tierna infancia se nos enseña aquellas palabras mágica “por favor” y “gracias”.
En el plano espiritual también es necesario aprender que hay palabras, que no son mágicas, pero que nos pueden conducir a la plenitud de la vida espiritual, armonizando nuestra vida cotidiana con nuestra fe. De este modo se puede sentir la alegría y la certeza de confiar plenamente en nuestro Dios
Para ilustrar esta reflexión, me referiré a un episodio en la vida pública de Jesús que me ha impresionado, quizás porque allí están retratadas algunas de mis propias actitudes.


Limpios y Sanos
Según el relato del Evangelio San Lucas, Jesús va caminando y se detiene para atender el grito de auxilio de 10 leprosos que claman por sanidad. Jesús los manda ir a presentarse ante las autoridades para la verificación de su sanidad. Recordemos que antiguamente, la lepra era una enfermedad sin remedio y muy cruel, porque condenaba al enfermo a un confinamiento, perdiendo todo contacto con el mundo “sano”.

El relato dice “Aconteció que mientras iban, quedaron limpios”.
Todos tuvieron la fe suficiente para ir y creer que serían sanados. Todos, quizás, saltaron de felicidad, al ver y constatar el milagro de la sanidad. Por tanto es muy entendible que ellos corrieran en busca de sus familias, en busca de su nueva vida.
El Evangelista continúa diciendo que sólo uno, de estos 10 hombres, regresó para darle las gracias  a Jesús, y surge la pregunta: “¿No son diez los que fueron limpios? Y los nueve, ¿dónde están?

¿Había tristeza en las palabras de Jesús, al preguntar por los 9 que se fueron? 



En ocasiones, la oración cae en la continua queja y el “petitorio”. En innumerables ocasiones no llegamos a dar las gracias.

Elevar la mirada para reconocer el Bien Supremo, que sólo viene de Dios, nos hace tomar conciencia de nuestra dimensión humana y nuestras limitaciones.
En algún momento comenzamos a vivir seguros de que lo merecemos todo y hasta pareciera que contamos con tiempo ilimitado. Olvidamos lo frágil que es la vida y la precariedad de nuestra integridad física y emocional, hasta que somos testigos de alguna pequeña o gran “tragedia” a nuestro alrededor.

"el coro de la Antártica"


Aprender a dar Gracias
Creo que Dios escucha todos los ruegos. Concede las peticiones, pero pocas veces hemos vuelto para agradecer. Creo también que nos falta reconocer, mucho más,  su misericordia y su amor que está presente,  sobre todo, en la sencillez de  nuestra “normalidad”.

Una y otra vez, Jesús recomendó: "mirad las aves" o "mirad los lirios del campo", porque la sabia naturaleza nunca olvida quien es su Creador. La continua alabanza y gratitud a Dios está siempre presente, aun en el letargo del invierno,  en el susurro del viento y el canto de las hojas otoñales, como también en la plenitud del estío o en el  bullente esplendor de la primavera.


Por nada estéis afanosos,
sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias. 
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones
y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
San Pablo, Apóstol

"la vida es hermosa"
¿podrías decir lo mismo y dar las gracias a Dios?



las imágenes usadas son ilustraciones de Lim Heng Swee


sábado, 22 de enero de 2011

Levedad de Plumas, Arte y Disciplina

Es verdad que ninguna disciplina al
presente parece ser causa de gozo,
sino de tristeza;
pero después da fruto apacible
de justicia a los que en ella han sido
ejercitados
Hebreos



Pintura Sobre Plumas de Cisne

“El arte es una expresión tan personal que no hay dos artistas que representen el mismo tema de la misma manera. Sin embargo, hay una cierta satisfacción cuando la gente dice de un trabajo es reconocible al instante. La Pintura, directamente sobre una pluma de cisne, como un 'lienzo' único, me ha ganado este comentario en numerosas ocasiones”
Ian Davie
"La pintura directamente sobre las plumas trae consigo una serie de desafíos, la preparación y elección de las plumas, una composiciones adecuada para un área tan pequeña como vertical, delicadas pinceladas directamente sobre la pluma y la elaboración cuidadosa. 
Sin embargo el resultado hace que valga la pena este laborioso proceso, lo considero  digno de todos los esfuerzos."




Ian Davie  cuenta que le tomó cuatro  años alcanzar la perfección de su técnica. Recoge las plumas de cisnes que viven cerca de su casa, ubicada en el Parque Nacional de Snowdonia  en Gales. Una vez que las plumas se lavan y se limpian.  Ian comienza a pintar con acrílico especialmente preparado. “La primera pintura debe ser clara y precisa, porque los errores pueden ser corregidos sólo con gran dificultad”

La idea  de pintar sobre plumas le llegó a él después de algunos viajes a Nueva Zelandia,  donde la gente local tiene ese talento. El se sintió  fascinado por las plumas del arte maorí.


Según Viktor Frankl, ("El Hombre en Busca de Sentido") uno de los caminos para descubrir el sentido de la vida, es “mediante la aceptación de una donación de la existencia; por ejemplo, la conmoción interior provocada por la belleza de una obra de arte o del esplendor de la naturaleza, o por sentir –el amor– el cercano calor de otro ser humano”


jueves, 20 de enero de 2011

Con alma de Niño


Querido Dios, ¡Soy yo otra vez!

Querido Dios, Supongo que... ahora estoy lista para escuchar
 "En paz me acostaré, y así mismo dormiré;
porque sólo tú, oh Señor, me haces vivir confiado".

Querido Dios, Simplemente no puedo dormir... ¿podemos hablar?

Al contemplar las montañas me pregunto: 

"¿De dónde vendrá mi ayuda?" 

Mi ayuda vendrá del Señor, 
creador del cielo y de la tierra.  

¡Nunca permitirá que resbales! 

¡Nunca se dormirá el que te cuida! 

No, él nunca duerme; 

nunca duerme el que cuida de Israel. 

El Señor es quien te cuida; 
el Señor es quien te protege, 
quien está junto a ti para ayudarte. 
El sol no te hará daño de día, 
ni la luna de noche. 
El Señor te protege de todo peligro; 
él protege tu vida. 
El Señor te protege en todos tus caminos, 
ahora y siempre.
Salmo 121 (BLS)


Querido Dios, ¡Gracias por los amigos!

Querido Dios, ¡Gracias por hacerme especial!
"Cuídame como a tus propios ojos"


Mañana, tarde y noche,
no dejaré de rogarle;
¡él habrá de escucharme!

Querido Dios, ¿Realmente ves todas las cosas?




Conozco muy bien la alta complejidad de los sistemas de transmisión y distribución de energía eléctrica. El mismo que hace posible el sencillo acto de encender la luz en una habitación.

Los libros “para niños” me recuerdan esas luces que se encienden de manera tan sencilla, porque sin duda, el o los autores deben depurar el lenguaje, cuidar en extremo la presentación y apoyar los textos con ilustraciones elocuentes.
Esta serie de “libros para niños” tiene, además, la admirable cualidad de abordar temas espirituales, preguntas e inquietudes con sus respuestas. Debo reconocer que me han ayudado, muchas veces.
Dedico estas líneas a todos mis amigos y amigas con alma de niñ@s.



"Dear God Kids Series"
Serie de libros para niños
Annie Fitzgerald 
with contributions 
by Ken Abraham 
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