martes, 4 de enero de 2011

Gracias a la Vida

"Para saber quien es
canta el canario"
Violeta Parra


La escritora chilena Mónica Echeverría ha publicado recientemente el libro “Yo, Violeta”. Una biografía novelada de la artista plástica y cantautora Violeta Parra.
Creo no exagerar diciendo que Violeta Parra es la artista chilena más conocida en todo el mundo.
La prosa de Mónica Echeverría muestra a Violeta en toda su dimensión humana, revela detalles poco conocidos de su familia y su intimidad. Está escrito con toda la fuerza de una primera persona, respetando la oralidad de Violeta; es un lenguaje lleno de chilenismos, dejando en evidencia la pasión de Violeta por su arte. 



Hay algo desgarrador en la historia de Violeta que a la luz de los antecedentes que aporta Mónica Echeverría hacen más entendible su determinación de quitarse la vida.
Lo paradójico es que ella misma compuso “Gracias a la Vida”; una de las canciones que ha dado la vuelta al mundo, versionada de mil maneras. Al parecer esa vida a la que se refiere Violeta, se fue rompiendo en girones de profunda tristeza, dolor, soledad, desesperanza y tragedia.
Su maravillosa herencia está impresa en sus bordados de arpillera (espontáneos, sin dibujos previos), sus composiciones musicales y un valioso trabajo de recopilación en las raíces mismas del folklor chileno.


Para recordar a Violeta, un fragmento de
"Volver a los 17"

Volver a los 17
Después de vivir un siglo
Es como descifrar signos
Sin ser sabio competente
Volver a ser de repente
Tan frágil como un segundo

Volver a sentir profundo

Como un niño frente a Dios

Eso es lo que siento yo

En este instante fecundo.


Se va enredando, enredando
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando
Como el musguito en la piedra
Como el musguito en la piedra
Hay si ..., si ..., si ...


Lo que puede el sentimiento
No lo ha podido el saber
Ni el más claro proceder
Ni el más ancho pensamiento
Todo lo cambia el momento
Cual mago condescendiente
Nos aleja dulcemente
De rencores y violencias
Solo el amor con su ciencia
Nos vuelve tan inocentes.





Es un hecho que todos llevamos profundos dolores en el alma y la vida no es una meseta  sino más bien un continuo ir y venir desde las profundidades del dolor hasta las cumbres del regocijo y la felicidad. La manera en que vamos modulando nuestros estados de ánimo tiene relación con un  marco de creencias, recursos espirituales a nuestro alcance y también contar con redes de apoyo.



Difícil es dejar el control absoluto de la vida en manos de Dios, lo sé por mi propia experiencia; este es un tema recurrente y muy antiguo. La confianza plena en Dios está expresada con mucha fuerza y belleza en el libro de “Habacuc”


“Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos, 
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar”


Cuando se logra comprender y asimilar la frase dicha por Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, entonces podemos cantar, con convicción “Gracias a la Vida” porque todas las dudas, todos los temores y todas las preguntas quedan resueltas, gracias a La Vida.


Fundación Violeta Parra

(Mónica Echeverría Yáñez, nacida en Santiago de Chile el año 1920. Es una destacada profesional de las letras y el teatro)


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