miércoles, 26 de enero de 2011

Recuperando la Bendición


"Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;
El es vuestra ayuda y vuestro escudo.
Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;
Bendecirá a la casa de Israel;
Bendecirá a la casa de Aarón.
Bendecirá a los que temen a Jehová,
A pequeños y a grandes.
Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;
Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.”
Salmo 115





Hubo un hombre en la antigüedad, (su nombre es Jacob y su historia está registrada en el libro de Génesis) que luchó por su bendición. En un momento de su vida, cuando estaba huyendo de todo y de todos, tiene un encuentro personal con el enviado de Dios.
Con gran osadía y vehemencia quizás, le dice No te dejaré si no me bendices”




Hoy en día no necesitamos luchar por nuestra bendición. Está disponible para quien la solicite. Hay unos brazos amorosos y abiertos, con la mayor bendición que pueda existir: la bendición del Amor de Dios.

Jesús nos enseña a través de las bienaventuranzas que se puede tener una vida bendecida, llena de consuelo, paz, satisfacción y en íntima relación con Dios.




Hace unos días, mirando como un ave se estrellaba contra mi ventana, dando picotazos en el vidrio, entendí que, en ocasiones, busqué alguna bendición en el lugar equivocado. La bendición correcta sólo Dios la puede dar. Por eso vale la pena preguntarse

¿Cuál es mi concepto de Dios?

·         ¿Es el dedo que acusa, o la mano que bendice?
·         ¿Es el ojo que vigila, o la mirada protectora?
·         ¿Es la voz que reprueba, o el susurro que consuela?      
·         ¿Es el Dios controlador y vengativo, o el Padre que muestra su amor incondicional?
·         ¿Es la palabra que condena, o el verbo que bendice?





Cuando somos bendecidos, podemos bendecir a otros, especialmente a nuestros hijos. Esta bendición está implícita en el gesto de aprobación, en una sonrisa, o en una palabra de consuelo. Bendecimos con un “te amo”, “eres especial”, “estoy contigo”;  y esta bendición tiene un efecto multiplicativo porque tiene su origen en la generosidad de quien sabe dar “medida buena, apretada, remecida y rebosante” que vaciará “en vuestro regazo



Desde muy antiguo Dios mismo instruyó a su pueblo en relación con la bendición y aquellas palabras quedaron registradas para nosotros. Están aquí ahora, para ti y para mi, con ellas podemos también bendecir o bien-decir:

“el Señor te bendiga y te guarde
El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti
Y tenga de ti misericordia
El Señor
alce sobre ti su rostro
y ponga en ti paz"
(Libro de Números)



“Hubiera yo desmayado,
si no creyese que veré
la bondad de Jehová 
En la tierra de los vivientes. 
Aguarda a Jehová; 
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; 
Sí, espera a Jehová”
Salmo 27


ilustraciones de Yoko Furusho


6 comentarios:

Victoria dijo...

Bello bello!..Me ha encantado los textos que has escogido y las ilustraciones muy bonitas.
Y como me gusta leer el nombre de Jehová, por aquí poco se nombra.

Te he dejado un regalito en mi blog. Si quieres pasa a recogerlo...:-)

http://elmundodeviky.blogspot.com/2011/01/premio-el-blog-mas-dulce.html

Muchas gracias por todo!

Anónimo dijo...

El nombre de Jehová:
Siento un profundo respeto por el texto bíblico. En la antigüedad, cuando Dios se dio a conocer en forma directa a su pueblo, él dijo de si mismo “Yo Soy el que Soy”, en otras palabra, era innombrable a causa de su santidad. También he sabido que los patriarcas usaban algunas consonantes, un “fonema” en su idioma, algo como “Jhavé” para significar “lo innombrable”.
Para mí, Jesús cambió todo ese escenario. Jesús es “Dios con nosotros”. El, en sí mismo es el camino a Dios, y en su paso por la tierra criticó duramente a los “legalistas” o personas muy celosas de guardar las formas, pero sin amor a Dios o al prójimo.
Todo esto para explicar que, para mí, los textos sagrados como los leemos hoy, son traducciones, adaptadas a los más diversos idiomas. Además en español existen diversas versiones, todas muy valiosas: “Versión Internacional” “Biblia en Lenguaje Sencillo” “Dios Habla Hoy” y muchas otras.
Recordemos además que Jesús nos enseñó a referirnos a Dios como “Padre Nuestro, que estás en los cielos”. Hilando muy fino, también podríamos decir que esto es una traducción. En fin, son tópico para teólogos y especialistas.
“Jehová” es un dulce nombre, especialmente en un Salmo que tiene toda la emoción de un ser humano en comunión con su Dios.
Finalmente, me alegra tu comentario.

El regalito:
Linda Victoria, gracias por distinguirme de una manera tan especial. Además me pones junto a personas que cuentan con toda mi admiración. Me has bendecido.
De todos modos el premio te lo has ganado tú según entiendo. Muy merecido por lo demás.

Victoria dijo...

El tetragrametrón, las cuatro consonantes del nombre de Dios, en hebreo sólo se escriben las consonantes y al considerar el nombre de Dios sagrado, se dejó de nombrar y se perdió su sonido, pero Jesús en oración con su Padre le dice que él les ha dado a conocer su nombre. Es tan importante conocer su nombre, en el Padrenuestro dice, santificado sea tu nombre.
Por lo que tengo entendido se ha tomado el nombre de Jehová por los distintas derivaciones de él, Jehosafat, Jehovorán, Jehoiaquin...y parece ser la más acertada. Lo que a mí me encanta es su significado. Es una forma causativa de un verbo hebreo que significa "llegar a ser", su significado sería "Él hace que llegue a ser", Él es el cumplidor de sus propósitos. Da una gran tranquilidad. Ël hace que llegue a ser. Todo es posible gracias a Él.
Es la fuerza creadora.
Cuando se presenta delante de Moises y le dice "Yo soy el que soy", para mí, y esto es una interpretación muy personal, es que es cada uno de nosotros, somos parte de esa divinidad, somos su creación, está en nosotros, amorosamente, sólo tenemos que descubrirlo y sacarlo a la luz. Sólo tenemos que "llegar a ser" lo que él se había propuesto al crearnos o intentarlo al menos, Él hará todo lo posible para ayudarnos.
No conozco esas traducciones de la Biblia pero para mí es como un gran puzzle, cuando vas colocando todas sus piezas ves su increible belleza, oyes su melodía, te llega al alma, como sólo la música lo hace.
Sí, Jehová es un dulce nombre.

Espero no molestarte con estas cosas.

Y en cuanto al premio, lo considero merecidisimo, eres un regalo. Me alegro de que consideres dignas de tu admiración a los otros blogs que he elegido, yo también lo creo así.

Muchisimas gracias por todo.
Un fuerte abrazo!

Anónimo dijo...

Lo único que podría agregar es que, en ocasiones, tendemos(me incluyo)a trivializar el nombre de Dios. Somos llamados a santificar su nombre.

Linda Victoria, gracias por tu comentario y que lindo conocer tu punto de vista.

Un abrazo

Edelia's Club dijo...

Gracias por tu valiosa reflexión. Cómo me gusta lo de: "cuando somos bendecidos, podemos bendecir a otros".
Yo también lo entiendo así. Y si participamos del gran Amor del Padre podremos repartir Amor... Y si hemos alcanzado algo de esa Paz infinita del Padre, sembraremos Paz por donde quiera que transitemos....
Un abrazo, amiga.

Anónimo dijo...

Qué hermoso diálogo el que hemos establecido en esta entrada. Es parte de la bendición implícita en el amor a Dios.
Mi mayor deseo es que cada persona que lee mis textos sea bendecida, se sienta estimada, única y especial. Tal como Dios ve a todos sus hijos e hijas.

Edelia, gracias querida amiga por tu visita. Tus comentarios son una bendición para mi

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