lunes, 4 de abril de 2011

Humildad

"Y delante de la honra está la humildad."
Libro de Proverbios
Iglesia de Aldachildo


Leyenda de la Virgen Niña
Angélica Fuselli
poeta y escritora de origen argentino

Contaban las abuelas, y cuentan todavía
un recuerdo de infancia de la Virgen María.
Siendo niña, la Virgen fue al jardín a jugar.
Florecieron las flores para verla pasar...
Con sonrisa de cielo, la chiquita María
mirábalas a todas, y a todas sonreía...
Ellas, ingenuamente, le ofrecieron a coro
sus mejores encantos, todo un regio tesoro
de frescura y fragancia, de alegría y colores,
que es patrimonio viejo, muy viejo, de las flores.
Habló la rosa y dijo: - "A mí la Primavera
me ha coronado reina... Si mil reinos tuviera,
con tal que complacer a la Virgen María,
¡los mil reinos, de hinojos, se los ofrendaría!"
Y asomaron los lirios, trémulos de blancura,
y asomó la azucena, como la nieve, pura,
y asomaron las dalias, con tiesura de diosas,
y las tiernas campánulas, menuditas y ansiosas,
sacudían sus cálices, brincando de alegría,
porque al pasar, la Virgen también les sonreía,
tan dulce, tan graciosa, tan cariñosamente,
que todas se animaron a besarle la frente.
Mas la Niña bendita no escogió. Vacilaba…
Mirábalas a todas.., y a ninguna cortaba.
De pronto, casi ocultas debajo de las hojas,
vió que había unas flores gimiendo sus congojas,
tan tímidas que apenas levantaban la voz..
Era si hablaran solamente con Dios…
Ya no dudó un instante. Llegó y con gesto breve,
cortó las florecitas con sus manos de nieve...
Las dalias y azucenas se pusieron celosas,
y celosos los lirios, campánulas y rosas,
mientras por el sendero lentamente volvía,
Violeta entre violetas, la Reinita María.

Y Dios, que hace a las flores nacer en los senderos
proclamó que los últimos serían los primeros.



Iglesia de Vilipulli

Iglesia de Llau Llao, comuna de Castro

Iglesia de Lincay, comuna de Puqueldón

Iglesia de Quinchao


collage, Iglesias de Chiloé


Humildad y Dignidad
Me he preguntado muchas veces como se conjugan estos dos atributos en la vida cotidiana: Humildad y Dignidad. Parece existir una delgada línea que separa la humildad de la humillación; la vocación de servicio  del servilismo.
Ser humilde cuando se vive en el silencio de una vida anónima puede ser sencillo, pero otra cosa es mantenerse humilde cuando se ha alcanzado renombre, o una determinada posición de poder, o cierto status.
Este puede ser el caso de María, la madre de Jesús. Ella supo ser humilde al mismo tiempo de recibir la mayor distinción que un ser humano puede recibir: ser elegida por Dios. Ella vivió con humildad los episodios de gloria y con silencio, y gran dignidad, el sufrimiento y el dolor de ver morir a su Hijo.
Esta integridad seguramente, halla una explicación en su amor a Dios. Amor que brota de un corazón dispuesto para servir con alegría y sin reservas.


Jesús el Maestro de la Humildad
Toda la vida de Jesús es una gran lección de humildad. Humildad y Dignidad. Mansedumbre y majestad, virtudes conjugados a la perfección. El dice: 
"aprended de mi que soy manso y humilde de corazón
y hallareis descanso para vuestras almas"
(Evangelio según San Mateo)


mapa de ubicación de las iglesias

Las  imágenes
Las imágenes que he usado corresponden a las Iglesias de Chiloé que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. Llama la atención su singular belleza que se integra al paisaje chilote (territorio insular chileno). Están construidas íntegramente en madera

3 comentarios:

Celso dijo...

Hace tiempo había comenzado a fotografiar iglesias, por su arquitectura y porque muchas eran muy antiguas, pero después, que el trabajo y otras cosas, no seguí con ese quehacer. Y claro que Chiloé sería el lugar perfecto para encontrar muchas iglesias, en general humildes como son las de madera, pero llenas de historia, y con ese silencio con olor a inciensos.

Clarissa Rodriguez dijo...

Para mí las Iglesias de Chiloé representan el amor y la fe en acción. La noble madera unida a la habilidad y la experiencia de los artesanos chilotes ha permitido que estas iglesias permanezcan en el tiempo, a pesar de la humedad, el rigor del clima y las características de esos suelos.
Hay una creencia, muy difundida, de que en estas construcciones no se emplearon clavos. De cualquier modo siguen estando allí, como fiel testimonio de un puñado de fieles cristianos.

Gracias W por tu visita. Imagino que en Osorno y sus alrededores, deben existir también, bellas construcciones e iglesias

Celso dijo...

Recuerdo dos iglesias en particular: una en la Misión de La Costa de Osorno y la otra en Entre Lagos (esa aun existe). La primera la recorrí entera, incluyendo su alta torre, a la que se subía por un crujiente escala y de donde se apreciaba el campo a su alrrededor. Hasta en su entretecho anduve. Me causó vértigo atisbar hacia abajo, a la nave central por un hoyito del techo. Era muy antigua, olía a antiguo. No me fijé en el detalle de los clavos, pero es muy posible que efectivamente no los tuviera, pues antiguamente se tomaban el trabajo de encajar una pieza de madera en la otra, como un enorme y muy resistente rompecabezas. Viví en una casa asi. Es una técnica que la prisa de ahora dejó obsoleta, pero el tiempo le ha dado la razón. Desgraciadamente esa iglesia sucumbió en un incendio hace años.

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