lunes, 12 de marzo de 2012

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Les roses - fotografía de Béatrice Lechtanski - fuente


Un Ciego
Jorge Luis Borges
No sé cuál es la cara que me mira
cuando miro la cara del espejo;
no sé qué anciano acecha en su reflejo
con silenciosa y ya cansada ira.
Lento en mi sombra, con la mano exploro
mis invisibles rasgos. Un destello
me alcanza. He vislumbrado tu cabello
que es de ceniza o es aún de oro.
Repito que he perdido solamente
la vana superficie de las cosas.
El consuelo es de Milton y es valiente,
Pero pienso en las letras y en las rosas.
Pienso que si pudiera ver mi cara
sabría quién soy en esta tarde rara.



imagen de Heather Bullard - fuente

Jessie Willcox Smith

Jessie Willcox Smith

George Cochran Lambdin

retrato de Ellen Terry - George Frederick Watts


imagen tomada de RHS Chelsea Flower Show - fuente

Louis Marie de Schryver

Edward Killingworth Johnson

ese día memorable - fuente

6 comentarios:

Beatrice dijo...

¡Qué belleza de entrada! y el poema de Borges es tremendo. Cuantas personas que pueden "ver" en realidad no ven nada.

Me enacntó la imagen de Bullard, voy a la fuente.
Gracias Clarissa y que tengas una linda semana.

Clarissa Rodriguez dijo...

Hola Beatriz!
La poesía de Borges es tremenda, como tu dices. Siempre llena de simbolismos, de referencias a los clásicos, en fin; mucha riqueza y sensibilidad.

En este poema en particular Borges hace una referencia a Milton, que como sabemos es el autor de "El Paraíso perdido". Sin duda Borges siente que está "perdiendo el paraíso" de ver y leer. Por otra parte, creo yo, hay una analogía de circunstancias, ya que ambos perdieron la visión en la ancianidad.

Me encanta la idea, que también se esboza en el poema, de que la esencia de lo que nos es querido está más allá de la superficie. Se ve con los ojos del alma. En este sentido, las rosas son recurrentes para Borges; probablemente por su inconfundible aroma (asociado a yo no sé a que evocaciones y sentimientos)

Beatriz, yo se que tu también disfrutas mucho a Borges. Una buena semana para ti también, amiga!

Celso dijo...

Muy bello todo Clarissa incluído el comentario que haces a Beatriz. Frente al espejo nos enfrentamos a nuestra realidad, pero el verdadero ser es nuestra alma, que no se deteriora y puede seguir viendo aun cuando los ojos físicos abandonen la luz. Y en cuanto a las rosas, ya sabes que tengo un "cuento" propio con ellas...

Un abrazo...

W.-

Clarissa Rodriguez dijo...

Hola Sr. W!
Querido amigo, has tocado otro de los tópicos recurrentes de Borges, presente también en este poema: el carácter ilusorio de la realidad y aquella tensión entre recuerdo y olvido.

Eres muy afortunado, al tener una Rosa que te ilumina, desde el cielo, y te ayuda a no olvidar quien eres en realidad.

Un gran abrazo!

edelia sanz dijo...

Trágica situación es la pérdida de la visión. Pero Borges busca buen asidero: "Pienso en las letras y en las rosas". ¿Quién puede arrebatarle la felicidad que las letras ofrecen? ¿Quién pude sustraerle la dicha de percibir el perfume de una rosa?
¡Mágnifico poema!
Gracias, Clarissa.

Clarissa Rodriguez dijo...

Querida Edelia, muchas gracias por tu visita!

Qué gran consuelo: las letras y las rosas. También la memoria y esa capacidad de ver mas allá de "la vana superficie de las cosas", como dice Borges.

Un abrazo, Edelia!

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