jueves, 6 de septiembre de 2012

Ritmo esencial


Igor Grabar
1871 - 1960


Cuando éramos niños
Mario Benedetti

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.

Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente
una palabra

ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en los cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.

Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.


Isaak Levitan
1860 - 1900

Boris Kustodiev
1878 - 1927


fuente



Guan Zeju
nacido en 1941 

Arkhip Kuindzhi
1842 - 1910

Ivan Shishkin
1832 - 1898


Carl Larsson
1853 - 1919


Pyotr Konchalovsky
1876 - 1956


Ivan Shishkin
1832 - 1898


El abedul es un árbol lleno de simbolismo en muchas culturas alrededor del mundo. 
Según la mitología cristiana, el abedul crece a la entrada del Paraíso. Entre los musulmanes y judíos, es el símbolo del ángel de la muerte. En Japón se utiliza de diversas formas, como lenguaje del amor y la pareja. Para los celtas era un árbol sagrado; era el árbol del comienzo, un símbolo de la renovación, de las nuevas oportunidades y de lo que vuelve a nacer.
En esta época la tierra se renueva y nos ofrece con su lenguaje de flores, brotes y follajes un sentimiento de cambio; nos habla claramente de los ritmos esenciales. 



Antonio López García
1936

Pyotr Konchalovsky
1876 - 1956

Gustav Klimt
1862 - 1918

Allison Pearce



James Wiens



Mientras pensaba que aprendía a vivir,
estaba aprendiendo a morir.
Leonardo Da Vinci



foto Linde Waidhofer
fuente


6 comentarios:

Beatrice dijo...

http://sureando-sureando.blogspot.com/2010/10/mientras-descanso-bajo-los-abedules.html

Una belleza los abedules con sus troncos blancos. Me asombra los distintos significados que tienen según la cultura.
Hay un poema de Robert Frost muy bonito sobre los abedules también.
¡Qué tengas un lindo fin de semana!
Un abrazo
Beatriz

Clarissa Rodriguez dijo...

Muchas gracias Beatriz por el enlace y el poema que es precioso. En algún momento lo incluiré aquí.

Tu también Beatriz, que tengas un hermoso fin de semana.

Un abrazo, querida amiga

Rosa dijo...

Me encanta este poema de Mario Benedetti, en general toda su poesía, y también las imágenes que has puesto, todas, sin distinción; el tema de los árboles es uno de mis preferidos.
¡Feliz fin de semana! Muchos besos

Clarissa Rodriguez dijo...

Hay mucha sabiduría y un precioso sentido de lo humano en la poesía de Benedetti.
Aunque el abedul no es precisamente un árbol nativo, nuestro, por todos lados se ve su figura esbelta y plateada de una belleza inconfundible. Los árboles son nobles amigos.

Gracias Rosita por tu visita.
Un buen fin de semana para ti también.

Un abrazo, amiga

Doña Eñe dijo...

He aprendido mucho sobre los abedules leyéndote, ¡gracias!
El hermoso poema del gran Benedetti, sobre todo a nuestra edad,al ritmo lento que ya nos marca el paso, está lleno de sentido.
Un afectuoso abrazo, Clarissa.
:)

Clarissa Rodriguez dijo...

Gracias Doña Eñe por tu amable comentario.
Benedetti sabe llevarnos con mucha naturalidad hacia temas profundos y esenciales. La alegría de vivir pasa también por aceptar las etapas que vamos alcanzando; aprendiendo de la naturaleza que nos muestra abiertamente sus cambios y su ritmo, con gran belleza y dignidad.

Un abrazo, amiga.

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