domingo, 6 de mayo de 2012

Madre


Le due madri - Eugenio Prati - fuente


Mamá Nunca Olvida Sus Pájaros
Emily Dickinson

Mamá nunca olvida sus pájaros
aunque desde otro árbol.
Mira a menudo hacia abajo
y muy tiernamente,
como lo hacía con su pequeño nido mortal
que ella trenzaba y con astucia cuidaba.
Si de él un gorrión caía
ella lo notificaba arriba.




Lunch in the Summer Garden - 1926 - Vilmos Aba-Novak


Sewing by lamplight - 1871 - Jean-Francois Millet



Mama never forgets her birds
164
Mama never forgets her birds,
Though in another tree—
She looks down just as often
And just as tenderly
As when her little mortal nest
With cunning care she wove—
If either of her "sparrows fall,"
She "notices," above.

Emily Dickinson



Viette Marie - Leon Kroll


The Question - David Hettinger


George Sheridan Knowles


Charles West Cope 


A life well spent - Charles West Cope - fuente


A mother and child in an interior - 1898 - Peter Vilhem Ilsted
fuente


Motherhood - Antoni Pitxot - fuente

In the shade of the lime-trees - 1907 -  Apollinary Vasnetsov
fuente


Olga Boznanska - fuente


Motherhood - Jean McLane - fuente


Madre e hijo - Pablo Picasso

Madre e hijo en la orilla - Pablo Picasso


La Maternidad - Pablo Picasso


La Maternidad - Paul César Helleu

Lección de música - Frederick Leighton



Para recordar a mi madre, que habría estado de cumpleaños…
 Ella “notificaba arriba" por todos sus hijos


2 comentarios:

Eva Ferrer dijo...

Tengo la inmensa suerte de poder disfrutar todavía de la compañía de mi madre, mientras algunas mujeres de su edad, suelen aburrirse mucho y son viejas desde jóvenes, ella permanece eternamente joven, por su espíritu
de natural impaciente, arrebatadora, pasional e irreflexiva, practica el bien por puro instinto, porque no sabe comportarse de otra forma, aunque su práctica le deparara innumerables males propios. Estoy segura que el día que me falte su eterna adolescencia, todo me parecerá "demasiado" equilibrado.

Sólo el amor de una madre es capaz de destruir los miedos y las sombras. Sólo en el amor de una madre se suavizan los días asperos.

Precioso Clarissa, como todo, lo que con tanta delicadeza y sabiduría, escribes.
Un abrazo

Este poema lo guardé hace tiempo en mi cuaderno:

YO SOY NADIE. ¿TÚ ERES QUIÉN?
Yo soy nadie, ¿tú eres quién?
¿Eres nadie tú también?
Somos pues dos —¡no lo digas!
¡Pronto lo divulgarían!

¡Ser alguien es una lata!
¡Qué impúdico, cual la rana
presentarte todo el día
al pantano que te admira!
Emily Dickinson

Clarissa Rodriguez dijo...

Hola Eva!
Realmente eres afortunada por tener a tu madre, verla y disfrutar su compañía.
Si, el amor de una madre suaviza los días ásperos... también su recuerdo y la evocación de su ternura.

Gracias por el poema. Me encanta Emily Dickinson. Yo también lo guardaré. Gracias también por tus palabras tan afectuosas.

Un abrazo, querida amiga.

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