sábado, 14 de abril de 2012

Una Rosa


Rosa Centiflora Bullata



Rosa, tú la entronizada,
que para los de antaño eras un cáliz con bordes sencillos.
Pero para nosotros eres la flor innumerable,
el objeto inagotable.

En tu riqueza pareces atuendo sobre atuendo
que viste un cuerpo que es todo brillo;
pero un sólo pétalo tuyo es a la vez lo evitable
y la negación de cada atuendo.

Tu perfume nos menciona desde siglos
sus nombres más dulces;
de pronto yace como gloria en el aire.

Y sin embargo, no sabemos nombrarlo, lo adivinamos...
y el recuerdo se va hacia él,
el recuerdo que imploramos en horas memorables.

tomado de Sonetos a Orfeo II - 6
Rainer Maria Rilke
Traducción de Sergio Cárdenas




Rosa Muscosa

Rose, du thronende, denen im Altertume
warst du ein Kelch mit einfachem Rand.
Uns aber bist du die volle zahllose Blume,
der unerschöpfliche Gegenstand.

In deinem Reichtum scheinst du wie Kleidung um Kleidung
um einen Leib aus nichts als Glanz;
aber dein einzelnes Blatt ist zugleich die Vermeidung
und die Verleugnung jedes Gewands.

Seit Jahrhunderten ruft uns dein Duft
seine süßesten Namen herüber;
plötzlich liegt er wie Ruhm in der Luft.

Dennoch, wir wissen ihn nicht zu nennen, wir raten...
Und Erinnerung geht zu ihm über,
die wir von rufbaren Stunden erbaten.


Die Sonette an Orpheus II - 6
Rainer Maria Rilke
.

Rosa Gallica Regalis

Rosa Gallica Pontiana

Rosa Eglanteria


Rosa Bengale the Hymenes



Rosa Damascena


Rosa Centifolia - (rosa de cien pétalos)



Rainer Maria Rilke
Gran poeta de la lengua alemana
1875 -1926

Sólo después de su muerte se supo que murió de Leucemia. Fue sepultado en el cementerio de la antigua iglesia de  Raron, comuna suiza, del  Cantón de Valais, según los deseos del escritor por ser un lugar de "atmósfera salvaje y mágica", en la cima de una colina. Él mismo escogió su epitafio:

Rosa, oh contradicción pura en el deleite
de ser el sueño de nadie bajo tantos
párpados

Rose, oh reiner Widerspruch, Lust,
Niemandes Schlaf zu sein unter soviel
Lidern.




Rosa Alba Ragalis

Se cuenta que durante la estadía del poeta en París, todos los días caminaba por un determinado sector junto a una amiga francesa. En ese trayecto frecuentemente se encontraban con una mujer que pedía limosna, sentada siempre en el mismo lugar, con la mano extendida y con la mirada en el suelo.

Un día, asombrada la joven francesa  le pregunta al poeta por qué nunca le da nada a la pobre mujer.  Le tendríamos que dar algo que le llegue al corazón respondió el poeta.
Al día siguiente, Rilke llegó con una maravillosa rosa y la puso en la mano de la mujer. Con sorpresa ella alzó la vista, miró al poeta, se levantó del piso, tomó su mano y la besó… luego se fue estrechando la rosa contra su pecho. Durante varios días nadie la volvió a ver.
Una semana después, la mujer volvió a su lugar, mendigando en silencio e inmóvil como siempre.
¿De qué habrá vivido todos estos días, sin recibir limosnas?—  preguntó la joven francesa a lo que Rilke respondió de la rosa.



Todas las imágenes son de Pierre-Joseph Redouté

2 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

La rosa debe ser la flor preferida de los poetas, hay muchos poemas dedicados a esta flor.

La anécdota de Rilke es muy hermosa, se puede vivir una semana de una rosa.

Abrazo Clarissa

Clarissa Rodriguez dijo...

Si, Francisco, hay muchos poemas dedicados a una rosa.
En el caso de Rilke, nos deja una visión de paz; poder descansar en el centro de la flor, con la protección amorosa de sus delicados y perfumados pétalos.

(Hay varias anécdotas de Rilke y las rosas que circulan en la web. Como aquella que cuenta que se pinchó un dedo, con una espina. La infección habría acelerado su muerte)

Gracias Francisco por tu visita!

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