miércoles, 18 de julio de 2012

Luna


Greg Mort
El sueño de Galileo




Luna
José Hierro

Pandereta de siglos para dormir al hombre
preso en el corazón mudo del universo.
Media manzana de oro para que el niño coma
hasta sentirse eterno.

Árboles, puentes, torres, montes, mares, caminos.
Y todo a la deriva se irá desvaneciendo.
Cuando ellos ya no vivan, en el espacio, libre,
tú seguirás viviendo.

Y cuando nos cansemos (porque hemos de cansarnos).
Y cuando nos vayamos (porque te dejaremos).
Cuando nadie recuerde que un día nos morimos
(porque nos moriremos),

pandereta de siglos para dormir al hombre,
media manzana de oro que mide nuestro tiempo,
cuando ya no sintamos, cuando ya no seamos,
tú seguirás viviendo.



Paul Klee
1879 - 1940


Isaac Levitan
Luna crepuscular


Joan Miró
1893 - 1983
A la luna


Salvador Dali
La luna


Duy Huynh



Donato Creti
observación astronómica de la luna



Edvard Munch
Luz de luna


Eclipse de sol de Colleen Pinski



Alexander Jansson


Maryam Tabatabaei


Natasha Villone


Asako Eguchi



Edward Eggleston
Reaching for the moon 

2 comentarios:

Eva Ferrer dijo...

Que hermosura de poema. La luna siempre nos inspira y relaja nuestros pensamientos, misteriosa, evocadora, testigo mudo de nuestro tiempo.
." Cuando ya no seamos,
tú seguirás viviendo."
Un abrazo, querida amiga

Clarissa Rodriguez dijo...

La luna tiene algo que nos hace percibir un poco de eternidad. A la luz de su sonrisa ella acuna nuestros sueños, ¿o sólo es el romanticismo de una época que ya se fue?

Gracias Eva por tu visita y tu fiel compañía.

Un gran abrazo, querida amiga

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