jueves, 4 de abril de 2013

Otoño de las enredaderas


Hoja de arce caída - National Geographic
fuente



El Otoño de las enredaderas
Pablo Neruda


Amarillo, fugitivo, el tiempo que degüella las hojas, avanza hacia el otro lado de la tierra, pesado, crujidor de hojarascas caídas. Pero antes de irse, trepa por las paredes, se prende a los crespos zarcillos, e ilumina las taciturnas enredaderas. Ellas esperan su llegada todo el año, porque él las viste de crespones y de broncerías. Es cuando el Otoño se aleja, cuando las enredaderas arden, llenas de alegría, invadidas de una última y desesperada resurrección. Tiempo lleno de desesperanza, todo corre hacia la muerte. Entonces tú forjas en las húmedas murallas el correaje sombrío de las trepadoras. Inmóviles arañas azules, cicatrices moradas y amarillas, ensangrecidas medallas, juguetería de los vientos del norte. Donde ha de ir sacando el viento cada bordado, donde ha de ir completando su tarea el agua de las nubes.

Ya han emigrado los pájaros; han fijado su traición cantando, y las banderas olvidadas bordean los muros carcomidos. El terrible estatuario comienza a patinar los adobes, y poco a poco la soledad se hace profunda. Agua infinita, que acarrea el invierno, que nada estorbe tu paso silencioso. Pequeñas hojas que como pájaros a la orilla del grano, os agrupasteis para mejor morir: es hora de descender de vuestros nidos y rodar y hacerse polvo, y bailar en el frío de los caminos. Durecidos tallos, amarras pertinaces, este barco se suelta. He ahí despedazadas las velas y derruido el mascarón ensimismado que cruza encima de las estaciones siempre en fuga. Quedaos vosotros apretando un cuerpo que no existe entre vuestras serpientes glaciales. Nunca vuelve este barco; el que se aleja regresa cambiado por el tiempo y la lucha.

Nunca el tiempo del sol aporta las mismas hojas a los muros. Primero asoman en las axilas, escondidas como abejas de esmeralda y estallan hablándose un lenguaje de recién nacidos. Es que nunca, nunca vuelve el barco roto que huye hacia el sur llevando el mascarón tapado por las enredaderas, taciturnas. Lo empuja el viento, lo apresura la lluvia, por los senderos del mar, lo empuja el viento, lo apresura la lluvia y la estela de ese navío está sembrada de pájaros amarillos.


El otoño de las enredaderas - Pablo Neruda - de Anillos - 1926



Autumn
Catrin Welz-Stein
fuente



de Louise Robinson, conocida como Aka Louise
referencia



Georges Jules Clairin
1843 - 1919



Land art
Richard Shilling
referencia 


Hojas de otoño
Sandra Dieckmann
fuente



Espíritu de otoño
Dawn Davidson




Hojas a la deriva
David Chelsea
sitio




ilustraciones de Anna Lazareva




ilustración de Maija Hurme



Piel de otoño...desconozco el autor...

...de las enredaderas
Neruda en Prosa
Aunque Pablo Neruda alguna vez dijo, refiriéndose a la literatura en prosa: "no me interesa relatar cosa alguna", en más de alguna oportunidad debió recordar el dicho popular que aconseja no decir "de esta agua no beberé".
"Anillos" es una obra escrita en prosa por Pablo Neruda y Tomás Lago(*). Fue publicada en 1926 y contiene creaciones de ambos escritores, que se alternan en su presentación, como si se tratase de un diálogo. Sin lugar a dudas es más poesía que prosa... prosa poética.


(*)Tomas Lago: escritor y ensayista chileno


6 comentarios:

Celso dijo...

Sugerente entrada. Leyéndola se me produce un corro de sensaciones, de Sur llovido y nebuloso, de colores ocres y calores de hogar, de misterios bosque adentro y olas de orillas de mar. Es noche y llueve, y al entrar en el lecho reparador del cansancio del día, el repiqueteo de la lluvia pondrá un acento en la tibieza. Gracias Clarissa pues, sin querer, me has regalado un sentimiento vuelto adentro.

Un beso...

W.-

Clarissa Rodriguez dijo...

Mi querido Sr W,
Las palabras de Neruda siempre llevan impresas las imágenes del sur y del mar, de la lluvia y de las olas, de la memoria y del amor.

Un gran abrazo querido amigo
Feliz fin de semana

Eva Ferrer dijo...

Preciosas las hojas en Otoño, cuando tienen un color especial y cuando vuelan ligeras por el viento. Parecen sostenidas por una mano invisible que juega con el paisaje y nuestra mirada.
Se percibe desde aquí muy hermoso ese otoño que estás viviendo.
Disfruta del fin de semana.
Un abrazo, mi querida amiga.

Clarissa Rodriguez dijo...

Si, un hermosos y colorido otoño es el que estamos viviendo (...y lluvioso)

Que disfrutes tu fin de semana, querida amiga.
Un gran abrazo

Rosa dijo...

Otoño de oro molido...
Ensueño de plata pulida,
abeja de nueva esperanza..."

Me encanta, Clarissa, y el texto de Neruda es poesía, y la imagen de la hoja, ¡qué bello todo!

Qué sosiego me produce el otoño, vengo a visitarte y lo siento...

Gracias, querida amiga.

¡Feliz fin de semana!

Clarissa Rodriguez dijo...

Rosita querida, tienes mucha razón, el otoño nos trae algo de calma y sosiego después de un luminoso verano. Un poco de reflexión y una mirada más íntima.

Muchas gracias por tu visita y que tengas también un feliz fin de semana.

Un abrazo muy grande

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