domingo, 5 de diciembre de 2010

Un Gorrión



De Soliloquios de Belén - Giovanni Papini
El gorrión en el tejado    
No entiendo nada de lo que pasa. Luz arriba y luz abajo. Parece que se está haciendo de día y, sin embargo, éste no es el calor del sol.
Me parece que hace poco que he regresado al nido y en esta época del año las noches no terminan nunca. No puede ser la mañana. Aquí hay un misterio. Abajo en el establo oigo voces; arriba en el cielo otras voces, no sé de quién. ¿Será posible que los hombres se hayan puesto a volar como nosotros? ¡Sería nuestra ruina!
El hecho es que esta noche no es posible dormir en paz.
Y a mí, que mañana a primera hora tengo que levantar el vuelo para buscar alguna semilla o algún residuo para no morirme de hambre, estas luces y estas voces no me convienen nada.
Las otras noches estábamos tan en paz que era un encanto. En verdad que no sé lo que tiene que buscar la gente a esta hora para fastidiar a un pobre pájaro que durante el día tiene que afanarse para ganarse la vida. ¿Por qué no duermen tranquilos, como hacía yo?
Parece imposible, pero esos brutos gigantes de dos piernas parecen creados aposta para nuestro castigo. O nos hacen prisioneros, o nos matan, y, no contentos con esto, me fastidian el sueño.
El gorrión debe ser uno de los pájaros más comunes que existen.
Por su capacidad de adaptación está presente en todo el planeta.
Desconozco si en todas las latitudes tiene  el mismo comportamiento; lo que si sé es que acá en Chile muestra una marcada preferencia por los lugares cercanos al hombre, como jardines, plazas, huertos y chacras de ciudades, pueblos y caseríos.
Pareciera que siempre está hambriento.
Como todo tipo de semillas.
Anida en casi cualquier parte, aunque tiene preferencia por los aleros y entretechos de casas, establos u otras construcciones.
Muchas veces desaloja a otras aves para hacer su nido.
Todas estas características lo hacen indeseable y perseguido por ladrón y destructor.

En general los pájaros han sido fuente de estudio e inspiración para el hombre desde muy antiguo. En algunas culturas se  ha considerado de gran sabiduría llegar a entender su lenguaje, y la obsesión por volar es mítica. Basta recordar a Ícaro y Dédalo

Cuentan que una de las pocas cosas personales que se encuentran en los cuadernos de notas de Leonardo da Vinci es una historia en la que relata cómo siendo niño estaba recostado y un ave bajó y tocó sus labios con la cola.
Es probable que a partir de ese momento haya comenzado sus estudios y su empeño en la construcción de sus “máquinas voladoras” o naves del aire como él las llamaba


de los cuadernos de notas de Leonardo da Vinci

De toda la gran variedad de pájaros y aves que existen, muchas de gran belleza por su colorido, hábitos, forma y plumaje, sólo alguien tan común y corriente como el gorrión es registrado como parte de la escena de Belén. 
Y es que  ese Niño precioso insiste en reunirse con los indeseables, ladrones y seres discriminados.
Mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús, ya el Salmista decía:
“aun el gorrión haya casa, y la golondrina nido para si donde ponga sus polluelos,  
cerca de tus altares, oh Jehová de los Ejércitos”
Salmo 84

fuentes de información: 

los objetos mostrados son de: http://www.amonona.cl/


imagen tomada de "Aves del Paraíso" de la fotógrafa y realizadora  Gaby Herbstein


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