viernes, 31 de diciembre de 2010

Manteniendo los Brazos en Alto

ilustración de Sara Watts

A pocas horas de que concluya el presente año 2010 para dar paso al 2011, quiero dejar aquí un saludo muy afectuoso a todos mis amigos y  mis lect@res. También agradecer su compañía, las palabras de afecto y todo aquello que fue conformando una red de apoyo donde pude “descansar”.

Hay un episodio en el libro de Éxodo donde Moisés, el patriarca, está conduciendo a su pueblo en un enfrentamiento contra los amalecitas, una tribu nómade y guerrera del desierto. Dios le da instrucciones a Moisés, diciéndole que debe subir a la cima de la colina y mantener sus brazos en alto para asegurar la victoria.

El texto bíblico dice:
Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim.
Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec;
mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.
E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec;
y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado.
Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía;
mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec
Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra,
y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella;
y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro;
así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. 
Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.
Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro,
y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.
Exodo cap. 17


En nuestra vida diaria, en nuestras batallas personales, muchas veces nos es difícil mantener los brazos en alto. La fuerza de gravedad ejerce su trabajo y las reservas físicas se van agotando. Tal como en el caso de Moisés, qué oportuno y qué consolador es contar con unos amig@s dispuestos a sostener nuestros brazos.

Por otra parte, no siempre estaremos en el rol de Moisés. Estoy segura que durante el próximo año habrá oportunidades en donde podremos ser como los Amigos de Moisés, brindando nuestro “soporte” y compañía a quien lo necesite.

El relato dice que, al terminar el día, la batalla concluyó con la victoria definitiva. Algunas personas, probablemente al interior de una organización, llamará a esto “trabajo en equipo”; hay otros que hablarán de “solidaridad”. Yo quiero seguir pensando que esto es pura Amistad.

Quizás no exista algo más difícil, tedioso y cansador que el esfuerzo sostenido en el tiempo. Se requiere una buena dosis de perseverancia y amor por lo que se hace. Es difícil, pero… el triunfo está asegurado.

Muy Feliz 2011

4 comentarios:

Victoria dijo...

Me ha encantado. Que importante el apoyo de los amigos para no dejar caer los brazos. El esfuerzo sostenido durante mucho tiempo es agotador.
Que sería de nosotros sin los amigos.
Que bueno recordar estos relatos. muchas gracias.
un abrazo

Con Claridad dijo...

En ocasiones creo que también se requiere algo de humildad para reconocer y aceptar ayuda. Compartir la carga es lo mejor!

Gracias Victoria por tu visita
Un gran abrazo

Unknown dijo...

Clary es muy gratificante verte hablar así con esa propiedad que solo los que te conocemos te podemos descubrir... que este Amable y amigable buen Dios que tenemos te bendiga en este 2011.
Y un gran abrazo...
Jorge Astorga

Con Claridad dijo...

Jorge, muchas gracias por tu comentario. Ha pasado tiempo pero tú me conoces "desde lejos"

Tu fidelidad a Dios es una fuente de inspiración para mi. Que El prospere tus esfuerzos y tu trabajo.

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