jueves, 5 de agosto de 2010

Segunda Mirada, Tesoros Escondidos


Hace unos cuantos meses recibi de regalo un bello libro, en inglés, repleto de color. Sus hojas son imágenes, láminas llenas de coloridos paisajes y ambientes naturales que van narrando los siete días de la creación de Dios, en términos poéticos apoyados por pasajes bíblicos. También hay citas de artistas mundialmente reconocidos. Este hermoso libro se titula:
"The Hand that Paints the Sky"
Me emocionó darme cuenta de que en este regalo de Lucía Pilar, Pilito, había un tesoro hermoso y delicado. Disfruto mucho hojeando sus páginas y traduciendo los textos que tienen una resonancia distinta cuando son leidos en otro idioma.
Recientemente sin embargo, por esas cosas inexplicable, "googlee" el nombre de la persona que escribió la introdución de este libro y me encontré con una historia de vida que transmite tanta esperanza y optimismo, una oda a la perseverancia y un canto a la vida. Es la historia de Joni Eareckson Tada. Ella a los 17 años, una hermosa jovencita, tuvo un accidente - en 1967 - en Chesapeake Bay. Al efectuar una zambullida, su cabeza pegó muy fuerte en el fondo y quedó cuadrapléjica. Su vida parecía haber terminado.

Durante dos años de rehabilitación, aprendió a pintar usando un pincel sujetado entre sus dientes. “Oré cada oración para ser sanada, pero Dios obviamente tenía otros planes” dice Joni.





Aunque el accidente parecía algo injusto, Joni se fortaleció en su Dios. Pensó que de alguna forma tenía que continuar su vida, que debía encontrar la forma de hacer algo positivo de esto. Lo único que Joni podía mover era la cabeza, así que una vez tomó un lápiz en su boca y comenzó a dibujar. Al poco tiempo la jovencita logró destacar en esta actividad, pintando hermosos cuadros y paisajes (Algo que muchos no podemos hacer con las manos).

Joni se mudó a California en 1970, y para el año de 1982 se casó con Ken Tada, descendiente de japoneses.

Joni ya tiene 40 años en su silla, pero a pesar de ello se las arregla para predicar y desarrollar un ministerio: "Joni y sus amigos", dedicado a ayudar especialmente a personas discapacitadas.

domingo, 1 de agosto de 2010

“Un Perro Sabe Quién es su Dueño y un Gato se Cree el Dueño”


imagenes de
MOHAMMED AHMED FIKREE

Se dice que “un perro sabe quién es su dueño y un gato se cree el dueño”. Esta frase traduce de algún modo el carácter independiente de los gatos. Yo lo sé porque Raymundo, mi gato regalón, un día se fue y no ha vuelto más.
Quiero creer que fue tras “el llamado de la selva” o alguna gatita que lo enamoró.


Raymundo


Quien haya tenido un pequeño minino sabe que no es lo mismo tener un perro a tener un gato. La diferencia es extremadamente radical, pues un gato es autónomo e independiente mientras un perro expresa su fidelidad de muchas maneras, incluso en ausencia de su amo se deprime.



Los egipcios hicieron suyo al gato y de alguna manera fueron responsables de su expansión: Esto sucedió alrededor del 1600 antes de Cristo. En el Antiguo Egipto, el gato fue utilizado inicialmente para el control de las plagas de roedores en las granjas y los graneros; cuando el gato fue introducido en Europa, se creía que un gatito había protegido al niño Jesús de las ratas, en el establo donde nació.

Los gatos también han tenido y tienen sus detractores pero yo estoy convencida, ahora después de conocer a Raymundo, que esto tiene relación con su naturaleza tan autosuficiente, su sensibilidad y ese aire de misterio que lo rodea.
A pesar de ser adorado y rechazado, de ser protegido y masacrado, el gato ha perdurado a lo largo de la historia sin apenas modificar ni su anatomía, ni su genética, ni sus costumbres. Es parte de su misterio.

Yo sigo esperando que un día Raymundo me sorprenda y venga a saludarme como hacía antes, cuando me sentía llegar a la casa.


Dicen que “Dios hizo al gato para ofrecer al hombre el placer
de acariciar a un tigre”
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