De una mujer con Sombrero, como un cuadro del viejo Chagall, cantaba Silvio Rodríguez, mientras Pablo Neruda se preguntaba Por qué el sombrero de la noche vuela con tantos agujeros?
Pero Vicente Huidobro, mucho antes, ya lo había notado y había dicho:
Buenos días, día
Buenas noches, noche
El sombrero del día se levanta hacia la noche
El sombrero de la noche se baja hacia el día
Y yo paso como un árbol con un sombrero en la mano
Saludo a los amigos que llevan una flor en la mirada
Para ponerla en el sombrero de las niñas
Que van por la otra vereda
Buenas noches, noche
El sombrero del día se levanta hacia la noche
El sombrero de la noche se baja hacia el día
Y yo paso como un árbol con un sombrero en la mano
Saludo a los amigos que llevan una flor en la mirada
Para ponerla en el sombrero de las niñas
Que van por la otra vereda
¿Un sombrero? Escuchemos a W. Shakespeare (en la voz de Hamlet) y su sabio consejo:
…emplead el sombrero en el uso a que fue destinado. El sombrero se hizo para la cabeza
Sombreros, tocas, tocados, tiaras y coronas tienen su propio cuento como parte de la vestimenta de damas y caballeros a través de la historia de la humanidad.
La elaboración de estos “artefactos” a veces tiene como finalidad proteger, o adornar y también demostrar autoridad y poder.
Un fino y delicado tocado viste la novia. Una corona tiene un rey. Y los pueblos originarios elaboran complejos y singulares tocados, acordes con sus creencias, usos y costumbres.
Cuentan que cuando llegaron los conquistadores al territorio de la Araucanía, en Chile, trajeron muchas monedas de plata. Con ellas intentaron seducir a los mapuches. Pero la “gente de la tierra” que no conocía el concepto dinero, comenzó a usarlas para fabricar adornos. Así nació el trapelacucha y el trarilonco que adornan a la mujer mapuche.
En el ámbito de la ingeniería y la construcción se ha extendido y generalizado el uso de cascos de seguridad. Hay toda una convención de colores para identificar el rango, la profesión o condición de quien lo lleva: el ingeniero, el jefe de obra, el arquitecto, el prevencionista, el capataz, una visita, etc.
Es un hecho que la masa encefálica del cuerpo humano es frágil, en extremo; y esa máquina maravillosa tiene su propio sistema de protección que son los huesos que forman el cráneo. Al margen de eso tenemos el cabello (¡casi todo el mundo!).
Sin cabeza no hay sombrero. La cabeza, con el tesoro que guarda en su interior, ha llegado a ser símbolo de la inteligencia, el liderazgo, la autoridad y el poder en cualquier “sistema” de convivencia. (También con uno mismo)
Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando
dice el Salmista (Salmo 23).
Es difícil que Dios pueda ungir mi cabeza si no me inclino, pero más difícil aun es que lo haga si no me despojo de mi “sombrero”. Es necesario un acto de humildad, porque es un reconocimiento a la autoridad de Dios y también una manera de expresar confianza y fe en el Supremo Bien.
Ese oleo bendito es derramado generosamente y cuando rebosa, escurre y fluye cubriendo todo su entorno.
La bendición de Dios está disponible para todos. Pedirla, tomarla, apropiarse de ella, es algo entre Dios y tu, o entre Dios y yo.
Con esa bendición ciertamente el bien y la misericordia te seguirán, o me seguirán, todos los días de la vida.
las imágenes son de RHS Chelsea Flower Show
5 comentarios:
¡Bellísima tu exposición de hoy, Clarissa!
Creo que tu cabeza "magníficamente amueblada", precisa de un buen sombrero que la proteja y adorne como merece.
Un abrazo, amiga.
(Me hizo mucha gracia aquello de la cabeza amueblada. No conocía esa expresión)
Muchas gracias mi querida Edelia, por tus estimulantes palabras
Joaquin Sabina dice: "está bien llevar sombrero por si se presenta una buena ocasión para quitárselo"
Un abrazo, amiga
Es curioso que en cada pais tengamos giros y expresiones distintas. Eso es bueno porque enriquece la Lengua.
A ti te ha hecho gracia lo de amueblar la cabeza porque en tu pais no se utiliza. Aquí en España se puede oir con frecuencia:
-cabeza vacía o, peor aún, hueca.
-cabeza amueblada.
-cabeza muy bien amueblada.
Ya ves,Clarissa, como decía mi madre:"Nunca te acostarás sin saber una cosa más".
Un abrazo.
(ya lo había buscado con google)
Edelia, linda preciosa, llevas la pedagogía en tu ADN!
Gracias nuevamente tus cariñosas palabras
Paso visitando su blog, reciban muchas bendiciones desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
Publicar un comentario