miércoles, 19 de enero de 2011

Espigas de Amor, Pan de Vida


"Campo de trigo en Provence"  - Vincent Van Gogh


Es significativo encontrar  la historia de Rut entre los libros de la Biblia. La figura de Rut y su suegra Noemí se alzan para hablarnos de un amor profundo y reverente, abnegado y sacrificial.

El relato comienza cuando Noemí ha quedado viuda y además sus dos hijos han muerto. Ella se prepara para enfrentar la vida sola, confiando únicamente en el amor paternal y protector de su Dios. Noemí despide a sus nueras y es entonces cuando Rut revela su carácter y determinación, al aceptar como propia la fe de Noemí.
Las bellas y poéticas palabras de Rut para su suegra, dan cuenta de su valentía, lealtad y nobleza de espíritu. Tan puros sentimientos han quedado para siempre registrados en los escritos sagrados.


Respondió Rut:
No me ruegues que te deje,
y me aparte de ti;
porque a dondequiera que tú fueres,
iré yo,
y dondequiera que vivieres,
viviré.
Tu pueblo será mi pueblo,

y tu Dios mi Dios. 
Donde tú murieres,
moriré yo,
y allí seré sepultada;
así me haga Jehová,
y aun me añada,
que sólo la muerte
hará separación entre
nosotras dos. 
Libro de Rut

La historia concluye cuando Rut, que va a los campos de Booz a recoger espigas, es recompensada mediante el matrimonio con este noble judío; en ese momento su vida dio un vuelco, cuya trascendencia es insospechada para ella.

Muchos años más tarde, el Evangelista San Mateo hace referencia a Rut, cuando la sitúa en la línea generacional directa, de la familia de José, el carpintero, que junto a María formó la familia en cuyo seno nació Jesús. Por otra parte, también es significativo que esta historia se desarrolle en los campos de la ciudad de Belén, la misma del establo, donde nació el Niño Jesús.

"El sembrador y campos de trigo" - Vincent Van Gogh 1888

Aquellos campos de espigas de oro y sol, tan generosos para acoger y alimentar a tantas familias en el pasado, no son muy distintos a otros lugares de la tierra, donde se cultiva “el pan nuestro de cada día”. Sin duda ha variado el método y se ha  incorporado maquinaria y tecnología nueva. Ya no hay “espigadoras” sólo algunos pájaros esperando robar algunos granos. Pero el círculo del amor protector y proveedor de Dios está vivo, hoy como ayer, porque es eterno.

El generoso amor de Rut, se aglutinó con el torrente de Amor Eterno. Ella dejó en el campo de Booz pequeñas y silenciosas semillas que a través de la historia de la humanidad siguen floreciendo, creciendo, y multiplicándose. El pan compartido en los campos de Booz, hecho con semillas de los abrojos, ha llegado a ser  el Pan de Vida, hecho con aquel grano que fue a las profundidades de la tierra para morir y resucitar, solo por Amor.

"Campo de trigo con cuervos volando". Amsterdam, Museo Van Gogh

"Entonces Jesús les dijo: 
En verdad, en verdad os digo: 
no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, 
sino que es mi Padre el que os da 
el verdadero pan del cielo
Porque el pan de Dios 
es el que baja del cielo, 
y da vida al mundo"
...
"Yo soy el Pan de Vida"
Evangelio según San Juan 


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