Buenas o Malas Noticias...?
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Es muy evidente que los tiempos han
cambiado y seguirán cambiando a gran velocidad. Las nuevas tecnologías han
invadido incluso los espacios más íntimos y privados como son las relaciones interpersonales, las
relaciones de afecto.
La comunicación se realiza en forma diferente;
el uso de cartas ha ido quedando de lado para dar paso a los correo
electrónico, SMS, llamadas vía Internet, video conferencias y otros medios que,
sin duda, irán cambiando para hacer cada
vez más instantánea y fluida la comunicación.
Me pregunto: ¿Es más eficiente?
¿Donde se fueron las cartas de amor,
románticas y poéticas?
¿Nos comunicamos mejor?
4 comentarios:
Clarissa, ¡qué imágenes más lindas!
Sobre si nos comunicamos mejor, yo diría que nos comunicamos más con personas desconocidas, sin verlas, sin sentirlas. No hay olores ni sonidos que nos las recuerden, falta "algo", pero, por otro lado, es hermoso poder contactar con seres humanos que, de no existir Internet, nunca hubiéramos soñado conocer.
Todo tiene su lado bueno y malo.
Para mí, no hay nada como recibir una carta escrita a mano porque en esa caligrafía se refleja la persona que la escribió, sobre todo si es una carta de amor.
En Internet todos tenemos la misma letra, impersonal, fría, por muchas cosas bonitas que escribamos. No se nota si nos tiembla la mano, no nos torcemos.
Pienso que en estos tiempos nos comunicamos más con personas extrañas que con los "nuestros"; es como si nos diera miedo la cercanía, como si quisiéramos escapar de la realidad que nos rodea.
También es cierto que muchos de esos seres extraños pueden llegar a convertirse en íntimos con el tiempo: es la magia de Internet.
Creo que muchos movimientos sociales no serían posibles sin Internet; ahora disponemos de información casi al momento y los Gobiernos pueden manipular las noticias menos. Una cosa es lo que no dicen en la tele, en los periódicos, en la radio, y otra muy distinta lo que sabemos por Internet. El peligro es que se pueden propagar falsas noticias, pero los medios oficiales también nos cuentan lo que pasa según les conviene.
El engaño y la manipulación existen en todas partes, no sólo en la Red.
¿Mejor o peor? Yo diría que diferente, simplemente.
Un abrazo.
:)
A propósito de las comunicaciones, el día 2 nos abandona nuestro proveedor de Internet. Espero encontrar otro y volver pronto.
Te encuentro mucha razón Doña Eñe. Nada como Internet para saltar barreras geográficas, por ejemplo.
La velocidad y la cantidad de información que nos llega, en ocasiones no alcanzamos a procesarla.
Por otra parte existe también la paradoja de estar conectados pero al mismo tiempo estar solos.
En fin, creo que la comunicación virtual sigue otras reglas, un poco más complejas. Pero sigue siendo un excelente medio de comunicación, en permanente cambio.
Espero que se resuelvan pronto tus problemas de conectividad y sigamos comunicadas!
Muchas gracias Doña Eñe, por tu amistad
Un gran abrazo!!!
Coincido plenamente con las opiniones que he visto aquí. Si bien es cierta la instantaneidad, la anulación de las distancias y la facilidad que brinda Internet, no hay como recibir una carta "de papel", sobre todo si es de alguien querido. El sólo hecho de que haya salido de sus manos, que se haya tomado la molestia por nosotros lo hace diferente. Además, esas cartas quedan. Dentro de diez, treinta o más años ¿donde estarán esos mails que ahora duermen en el ciberespacio? ¿Podrá un historiador acceder a la correspondencia de alguien desaparecido? Las cartas de papel tienen esa trascendencia, esa huella de los momentos y las personas frente a lo que Internet resulta fría. Es como "abarcar mucho y apretar poco", pero tiene sus características buenas, aunque, insisto, no hay como la antigua carta que uno dejaba en el correo sellada con la ilusión de que llegaría a las manos de la persona querida.
Un abrazo (aunque sea virtual)...
W.-
Hola Sr. W
Que alegría encontrar tu comentario y tu saludo!
Todavía hay muchos espacios vacíos en el tema de la comunicación virtual, pero sin duda es un proceso que no tiene reversa. Lo mismo pasará con nuestros amados libros.
En fin, por ahora te mando un gran abrazo, como tu dices, virtual!
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