Pekka Halonen 1865 - 1933 |
"Una vez buscando los pequeños objetos y
los minúsculos seres de mi mundo en el fondo de mi casa en Temuco, encontré un
agujero en una tabla del cercado. Miré a través del hueco y vi un terreno igual
al de mi casa, baldío y silvestre. Me retiré unos pasos, porque vagamente supe
que iba a pasar algo.
De pronto apareció una mano. Era la mano
pequeñita de un niño de mi misma edad. Cuando acudí no estaba la mano porque en
lugar de ella había una maravillosa oveja blanca. Era una oveja de lana
desteñida. Las ruedas se habían escapado. Todo esto lo hacía más verdadera.
Nunca había visto yo una oveja tan linda. Miré por el agujero, pero el niño
había desaparecido. Fui a mi casa y volví con un tesoro que le dejé en el mismo
sitio: una piña de pino, entreabierta, olorosa y balsámica, que yo adoraba. La
dejé en el mismo sitio y me fui con la oveja. Nunca más vi la mano ni el niño.
Nunca tampoco he vuelto a ver una
ovejita como aquélla. La perdí en un incendio. Y aún ahora en este 1954, muy
cerca de los cincuenta años, cuando paso por una juguetería, miro aún
furtivamente a las ventanas. Pero es inútil. Nunca más se hizo una oveja como
aquélla. Yo he sido un hombre afortunado. Conocer la fraternidad de nuestros
hermanos es una maravillosa acción de la vida. Conocer el amor de los que
amamos es el fuego que alimenta la vida. Pero sentir el cariño de los que no
conocemos, de los desconocidos que están velando nuestro sueño y nuestra
soledad, nuestros peligros o nuestros desfallecimientos, es una sensación aún
más grande y más bella porque extiende nuestro ser y abarca todas las vidas.
Aquella ofrenda traía por primera vez a mi vida un tesoro que me acompañó más
tarde: la solidaridad humana. La vida iba a ponerla en mi camino más tarde,
destacándola contra la adversidad y la persecución.
...
Tal vez
sólo fue un juego de dos niños que no se conocen y que quisieron comunicarse
los dones de la vida. Pero este pequeño intercambio misterioso se quedó tal vez
depositado como un sedimento indestructible en mi corazón, encendiendo mi
poesía"
Fue escrito en Isla Negra en 1954
María Pía Franzoni |
Helen Grant |
Lilla Cabot Perry 1848 - 1933 |
Komako Sakai nació en 1966 |
Bernard Fleetwood-Walker 1893 - 1965 |
William Penn Morgan 1826 - 1900 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario