ODA PARA PLANCHAR
La poesía es blanca:
sale del agua envuelta en gotas,
se arruga, y se amontona,
hay que extender la piel de este planeta,
hay que planchar el mar de su blancura
y van y van las manos,
se alisan las sagradas superficies
y así se hacen las cosas:
las manos hacen cada día el mundo,
se une el fuego al acero,
llegan el lino, el lienzo y el tocuyo
del combate de las lavanderías
y nace de la luz una paloma:
se arruga, y se amontona,
hay que extender la piel de este planeta,
hay que planchar el mar de su blancura
y van y van las manos,
se alisan las sagradas superficies
y así se hacen las cosas:
las manos hacen cada día el mundo,
se une el fuego al acero,
llegan el lino, el lienzo y el tocuyo
del combate de las lavanderías
y nace de la luz una paloma:
la castidad regresa de la espuma.
Oda para planchar
Pablo Neruda
de su libro PLENOS PODERES
Young woman ironing - Louis-Léopold Boilly, 1800 |
The laundresses - Edgar Degas, 1884 |
Woman ironing - Edgar Degas, 1887 |
Konstantin Makovsky |
Konstantin Makovsky |
William Selwyn |
Mujer planchando - Pablo Picasso |
Mujer planchando - François Bonvin (1817-1887) |
Taller de planchado - Louis Joseph Anthonissen (1849-1913) |
Laundry maid - desconozco el autor |
Robert Henry Morland |
Alisado y prolijo
Me ha llamado la atención que una actividad tan doméstica (hasta diría tediosa) no ha pasado desapercibida para el artista y el poeta. En nuestros días, con la llegara de las telas sintéticas, mezcla de algodón y poliéster, cada vez se usa menos la plancha. El rito del planchado se ha reducido a la mínima expresión.
Ahora quisiéramos planchar la piel para “alisar” el paso del tiempo o planchar los cabellos, frizzados por la agresividad del medio ambiente.
Alisado y prolijo era ese bello y albo campo extendido sobre la mesa familiar o ese “sobre” abierto, remanso sereno de sueños y dulzura.
Planchando... se alisan las sagradas superficies
Mujer planchando - Max Liebermann |
4 comentarios:
Me encantan tus entradas temáticas Clarissa. Qué bellas imágenes para esa labor tediosa.
Y Neruda con sus odas, abarcó todo.
Un abrazo
Cuando las manos ejecutan acciones tan repetidas, parece que el pensamiento queda liberado para extender, una a una, sus propias "telas", y la imaginación adquiere alas.
Beatriz, que alegría tu visita!
Preciosos versos del gran Neruda, que también las tareas cotidianas pueden resultar poéticas.
Muy buena selección de cuadros.
Hoy se planchan rostros en vez de telas, pero las arrugas de verdad son las del alma y esas sólo las plancha Dios.
Gracias por compartir tanta belleza, Clarissa.
:)
El paso del tiempo va dejando huellas, pliegues o cicatrices que, como tu dices Doña Eñe, sólo Dios podría "planchar" en el gran lienzo de nuestra vida.
Feliz fin de semana, amiga!
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