miércoles, 21 de noviembre de 2012

Árbol quieto entre nubes


Durazno
Vincent Van Gogh




Árbol quieto entre nubes
Octavio Paz

Aquel joven soldado
era sonriente y tímido y erguido
como un joven durazno.
El vello de su rostro se doraba
con el rubor de los duraznos
al amarillo sol de mediodía.
Sus ademanes eran
como los ademanes del durazno
cuando el viento lo mueve, en la colina.
Si sonreía era su sonrisa
un imprevisto florecer durazno.
Una ráfaga a veces lo nublaba
y entonces, serio, ensimismado,
era un durazno al  aire, deshojado.

Jugaba con los niños, en la tarde,
con un fervor nostálgico, lejano,
con la misma ternura de la ola
que se aleja volviendo la cabeza.
Un viento melancólico barría
nubes en flor, apenas nubes,
y en el jardín volaban hojas
¡oh despeinada primavera!
Árbol quieto entre nubes, hojas, niños,
se preguntaba aquel soldado:
¿Es nube todo, todo es hoja, viento?
¿Los familiares árboles son nubes?
¿Esta rama que toco, esta corteza,
estos niños, son nubes? ¿Nube el sueño
y la muchacha aquella y su perfume,
fantasma de la carne, nube, espuma
apenas sostenida por el viento?
Y se alejó, callada nube negra.




Edouard Manet
1832 - 1883


Pyotr Konchalovsky
1876 - 1956


Paul Gauguin
1848 - 1903


Valentin Serov
1865 - 1911


Brian Kershisnik
sitio

Lemuel Everett Wilmarth
1835 - 1918


2 comentarios:

Eva Ferrer dijo...

Me parece un poema bellísimo. Has conseguido una vez más estimular mi imaginación. Gracias por él.
Un fuerte abrazo, querida amiga.

Clarissa Rodriguez dijo...

Eva, querida amiga, qué alegría tu visita.

Nuevamente Octavio Paz uniendo paisaje, hombre y sentimientos en metáforas llenas de nostalgia. Poco a poco nos va conduciendo hacia un universo de esencia mágica y sutil.

Un gran abrazo.

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