Hans Thoma 1839 - 1924 |
Masa
Cesar Vallejo
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y
repitiéronle:
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien,
mil, quinientos mil,
clamando "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
clamando "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de
individuos,
con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de
la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
Hans Thoma 1839 - 1924 |
Cesar Vallejo - poeta y escritor peruano
1892 - 1938
1892 - 1938
Masa pertenece a una serie de poemas publicados bajo el título:
"España...aparta de mi este cáliz"
2 comentarios:
Desconozco la fecha en que fue escrito este poema, pero ese día debería ser llamado el Día de la Fraternidad.
Cesar Vallejos nos habla de una batalla, la batalla de la vida, en la que un hombre ha muerto, no tiene nombre y podría ser cualquiera de nosotros. Ante ese hombre, todos son convocados y nadie queda indiferente. Todos esperan hacer o decir “algo” que lo levante.
Poco a poco la “masa” se va formando.
Entonces viene el ruego, “¡no mueras, te amo tanto!”, pero no es suficiente.
Pronto son millones de voces que claman por un hermano, porque ahora el amor es colectivo, pero aun no es suficiente.
Al final ellos lo rodean, ya no hablan, sólo lo rodean; entonces ocurre algo diferente: La muerte es vencida por la fuerza del amor-acción.
El combatiente se levanta y el milagro queda sellado con un abrazo.
Preciosa tu explicación, querida amiga.
Gracias.
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