Gabriele Erno Palandri |
Oda al Color Verde
Pablo Neruda
Cuando la tierra
fue
calva y callada,
silencio y cicatrices,
extensiones
de lava seca
y piedra congelada,
apareció
el verde,
el color verde,
trébol,
acacia
río de agua verde.
Se derramó el cristal
inesperado
y crecieron
y se multiplicaron
los números
verdes
verdes de pasto y ojos,
verdes de amor marino,
verdes de campanario,
verdes delgados,
para la red, para las algas, para el cielo,
para la selva el verde tembloroso,
para las uvas
un ácido verde.
Vestido
de la tierra,
población del follaje,
no sólo
uno
sino
la multiplicación
del ancho verde,
ennegrecido como
noche verde
claro y agudo
como
violín verde,
espeso en la espesura,
metálico,
sulfúrico
en la mina
de cobre, venenoso
en las lanzas
oxidadas,
húmedo en el abrazo
de la ciénaga,
virtud de la hermosura.
Ventana de la luna en movimiento,
cárdenos, muertos verdes
que enrojecen
a la luz del otoño
en el puñal del eucaliptus, frío
como piel de pescado,
enfermedades verdes,
neones saturnianos
que te afligen
con agobiante luz,
verde volante
de la nupcial luciérnaga,
y tierno
verde
suave
de la lechuga cuando
recibe sol en gotas
de los castos limones
exprimidos
por una mano verde.
El verde
que no tuve,
no tengo
ni tendría,
el fulgor submarino y subterráneo,
la luz de la esmeralda,
águila verde entre las piedras, ojo
del abismo, mariposa helada,
estrella que no pudo
encontrar cielo
y enterró
su ola verde
en la más honda
cámara terrestre,
y allí
como rosario
del infierno,
fuego del mar o corazón de tigre,
espléndida dormiste, piedra verde,
uña de las montañas,
río fatuo
estatua hostil, endurecido verde.
fue
calva y callada,
silencio y cicatrices,
extensiones
de lava seca
y piedra congelada,
apareció
el verde,
el color verde,
trébol,
acacia
río de agua verde.
Se derramó el cristal
inesperado
y crecieron
y se multiplicaron
los números
verdes
verdes de pasto y ojos,
verdes de amor marino,
verdes de campanario,
verdes delgados,
para la red, para las algas, para el cielo,
para la selva el verde tembloroso,
para las uvas
un ácido verde.
Vestido
de la tierra,
población del follaje,
no sólo
uno
sino
la multiplicación
del ancho verde,
ennegrecido como
noche verde
claro y agudo
como
violín verde,
espeso en la espesura,
metálico,
sulfúrico
en la mina
de cobre, venenoso
en las lanzas
oxidadas,
húmedo en el abrazo
de la ciénaga,
virtud de la hermosura.
Ventana de la luna en movimiento,
cárdenos, muertos verdes
que enrojecen
a la luz del otoño
en el puñal del eucaliptus, frío
como piel de pescado,
enfermedades verdes,
neones saturnianos
que te afligen
con agobiante luz,
verde volante
de la nupcial luciérnaga,
y tierno
verde
suave
de la lechuga cuando
recibe sol en gotas
de los castos limones
exprimidos
por una mano verde.
El verde
que no tuve,
no tengo
ni tendría,
el fulgor submarino y subterráneo,
la luz de la esmeralda,
águila verde entre las piedras, ojo
del abismo, mariposa helada,
estrella que no pudo
encontrar cielo
y enterró
su ola verde
en la más honda
cámara terrestre,
y allí
como rosario
del infierno,
fuego del mar o corazón de tigre,
espléndida dormiste, piedra verde,
uña de las montañas,
río fatuo
estatua hostil, endurecido verde.
tomado de Tercer Libro de las Odas - 1957
Vincent Van Gogh 1853 - 1890 |
Nicolae Grigorescu 1838 - 1907 |
Frederick Carl Frieseke 1874 - 1939 |
Frederick Carl Frieseke 1874 - 1939 |
Charles Courtney Curran 1861 - 1942 |
Albert Dürer Lucas 1828 - 1918 |
Grant Wood 1891 - 1942 |
Vincent Van Gogh 1853 - 1890 Campo de amapolas |
Jian Chong Min - 1947 |
Theodore Robinson 1852 - 1896 Al borde de la selva |
Estudio de una rama de membrillo |
Estudio de un pomelo |
Roy Hodrien - 1957 |
Hans Thoma 1839 - 1924 |
William Orpen 1878 - 1931 |
Elizabeth Sonreal 1874 - 1953 |
Joseph-Désiré Court 1797 - 1865 |
William McGregor Paxton 1869 - 1941 The Album |
William McGregor Paxton 1869 - 1941 The green dress |
Édouard Vuillard 1868 - 1940 Vestido florido |
7 comentarios:
Realmente Neruda nos introduce a todos en su canto, canta para todos, como era su propósito, y nada le es ajeno. Esta oda me ha recordado contínuamente a mi madre, el verde es su color preferido, siempre llena de esperanza.
Las imágenes son preciosas; la primera me entusiasma. Hay un pintor, que seguro conoces, que pinta con tonalidades verdes: Thomas Wilmer Dewing, es exquisito.
Muchas gracias. Muchos besos.
Gracias Rosita.
He visto en esta "Oda al Color Verde" de Neruda, una manera de festejar la proximidad de la Primavera (para nosotros, en este hemisferio). Es maravilloso el resurgimiento de la Esperanza; brota con fuerza desde la oscuridad y el frío del Invierno.
A la manera de Neruda: "Vestido de la tierra, población del follaje".
Gracias por tu sugerencia: he incluido una obra de Thomas Wilmer Dewing, un poema en si misma.
Un gran abrazo, querida amiga
Respecto de la obra de Gabriele Erno Palandri, me parece que es una técnica mixta.
Ella es una artista contemporánea, nacida en Italia en 1970. Más obras: http://www.galleriagagliardi.com/en/artist-works/gabriele-erno-palandri
Hola Clarissa...
Saludos en esta verde entrada. Desde el verde Sur, velado de lluvias, se ven nacer los primeros brotes que indican que la Primavera está acercándose silenciosa. La esperamos al calor de la salamandra.
Me gustó sobre todo la parte de:
"a luz de la esmeralda,
águila verde entre las piedras, ojo
del abismo, mariposa helada,
estrella que no pudo
encontrar cielo
y enterró
su ola verde
en la más honda
cámara terrestre"
... transmite una sensación de misterio de profundidades terrosas y de los tesoros silentes que quizá Vulcano ha desperdigado...
Ah! Y los aromos están en flor!!
Cariños...
W.-
Hola querido amigo, Sr W.
Qué alegría tu visita. Te había echado de menos.
A pesar del frío y la lluvia ya sabemos que la Primavera está muy cerca. Los aromos nos cuentan lo que ya está en el aire.
¡Un gran abrazo verde!
Me encanta el verde, después del azul...
Las pinturas son todas bellas
¿me regalas alguna?
Un abrazo
En el color verde hay algo de azul, después de todo es la mezcla de azul y amarillo, colores que inundan de primavera la tierra, y de alegría nuestros ojos.
El espacio virtual de la web se parece al sombrero de un ilusionista. Te encuentras con una imagen que te gusta y luego van apareciendo más y más imágenes, todas sugestivas y hermosas y, todas para compartir.
Un gran abrazo, Beatriz
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