Walter Crane 1845 - 1915 |
Realismo mágico,
más que literatura
Al llegar la primavera, el escritor Gabriel García Márquez se llenaba
puntualmente de golondrinos, "esos incómodos abscesos que se forman en las
axilas y son muy dolorosos. Todas las primaveras. Desesperante. Y le salieron
también en la primavera que más necesitaba de sus brazos sanos, la primavera cuando
escribía "Cien años de soledad".
Le molestaban y dolían más que nunca, hasta que un día, desesperado, se dijo: ―"Voy a joder a uno de los Buendía haciendo
que le salgan golondrinos cuando empiecen los primeros calores en Macondo. A
ver qué pasa…". Así lo hizo y pasó que el pobre personaje los padece
dolorosamente, e increíble pero cierto, liberó a su "hacedor" de la incómoda
enfermedad para siempre.
Nunca más le salieron golondrinos al escritor, pero su
personaje los seguirá sufriendo eternamente, hasta el fin de los tiempos,
cuando, no lo dudo, aún se siga leyendo Cien
años de soledad.”
Esta
anécdota es contada por María Pilar Donoso, en El “Boom” Doméstico, un capítulo de la obra de su esposo, José
Donoso, titulada Historia personal del “Boom”
Duy Huynh sitio |
Martins de Barros |
Christine Ellger fuente |
del libro de cuentos: El oso que amaba los libros Dennis Haseley - ilustrado por Jim La Marche |
Janize Cline sitio |
Gertrude Des Clayes 1879 - 1949 |
"El coronel Aureliano Buendía entendió que la vejez
no es más que un pacto honrado con la soledad"
de Cien Años de Soledad
Gabriel García Márquez
Premio Nobel de Literatura año 1982
5 comentarios:
Curiosa historia, transferir una enfermedad a un protagonista literario, es digno del realismo mágico. Desconocía esta historia, es muy interesante.
Abrazos Clarissa
Si, Francisco, es muy curiosa esta historia.
Dicen que las palabras crean realidad y hay varias teorías al respecto, como por ejemplo La Programación neurolingüística (PNL) o la Ontología del Lenguaje. De cualquier modo, todo lo que existe fue creado mediante La Palabra; Dios lo dijo y fue hecho.
Un ejemplo mucho más potente, ahora mismo: existimos en el lenguaje. Para mi eres real, Francisco, por tus palabras escritas, por lo que me dices...
¿Y que me dices de las maldiciones y las bendiciones... no generan realidad? ¿y las profecías autocumplidas...?
En fin, es un tema apasionante.
Gracias querido amigo por tu amistad y tu compañía
Desconocía esto y me ha ha hecho reír. ¡Cuánto le dolerían los golondrinos a García Márquez! Escribió el libro en circunstancias límites, su mujer, Mercedes, resistió y tuvo que vender, los últomos pequeños electrodomésticos para sobrevivir. Desconozco si alguna vez miró este momento y lo que después llegó, el éxito de su novela, qué conclusiones sacó de este proceso. Siempre me lo he preguntado, porque no lo sé, y sería clave, saber lo que él interpretó...en su soledad...
Estoy leyendo otra vez la Montaña de los siete círculos, de Merton, y es un libro tan luminoso, nos hace participar de ese proceso tan profundo que le lleva desde el rechazo al silencio absoluto, hasta llegar a comprenderlo y convertirse en monje trapense, que te digo que es el libro que necesitaba leer de nuevo en estos momentos de mi vida. La soledad más sonora. El final del libro es maravilloso. Sé que lo conoces.
Un beso muy grande, querida amiga.
Gracias Rosita por tus aportes y tus generosos comentarios.
Realmente es muy interesante todo lo que se cuenta de García Márquez. Un escritor con mucho "oficio", mucha destreza y osadía.
Cuenta José Donoso que cuando "Cien años de Soledad" le maduró adentro a Gabo, y estuvo listo para escribirla, abandonó su trabajo sabiendo que él y su familia pasarían penurias...
"Cien años de Soledad", su corona y su cruz...
Su corona porque le significó el éxito, el reconocimiento y la prosperidad económica. Una cruz porque ¿Cómo se supera a si mismo...? Dicen que todo lo que luego escribía lo encontraba "una mierda"...
De Thomas Merton y "La Montaña de los Siete Círculos" lo que me encanta es que es muy inspirador. Es el camino personal de Merton hacia una espiritualidad honesta, auténtica y profundamente enraizada en Cristo. Ese proceso culmina cuando se han dejado atrás los miedos, los pre-juicios, los temores, hasta llegar a la entrega total. No es un sometimiento vacío y angustioso, es una entrega plena y dichosa a un amor que desborda el alma, se derrama hacia quienes nos rodean y llena de paz nuestros corazones. En este amor no cabe ni la más mínima sombra del miedo...
Un maravilloso texto, el de Thomas Merton.
Gracias por lo que dices de García Márquez, es muy significativo.
Es verdad que Thomas Merton es muy auténtico, desborda, profundamente enraizado en Cristo; me hace mucho bien leerlo.
Un beso muy fuerte, querida amiga, y gracias por estas respuestas tan ricas.
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