Porque
un niño nos es nacido,
hijo nos
es dado,
y el
principado sobre su hombro;
Se
llamará su nombre
“Admirable
Consejero”,
“Dios
Fuerte”,
“Padre
Eterno”,
“Príncipe
de Paz”.
Profeta IsaíasEl recién nacido - Georges de La Tour |
Nació
en una oscura aldea, hijo de una mujer campesina. Creció en otra aldea, donde
trabajó como carpintero hasta la edad de treinta años. Entonces enseñó, predicó
el evangelio, y sanó toda enfermedad y toda dolencia. Nunca escribió un libro.
Nunca tuvo una oficina. No estableció una familia ni poseyó un hogar.
No fue
a la universidad. Nunca visitó una ciudad grande. Nunca viajó a más de 320
kilómetros del lugar de su nacimiento. Nunca hizo ninguna de las cosas que se
asocian usualmente con la grandeza.
Jamás
presentó credenciales, porque no las tenía; él era su propia credencial. Había
llegado apenas a los 30 años cuando la corriente de la opinión pública se volvió
en su contra. Sus amigos huyeron. Fue entregado a sus enemigos y se le sujetó a
la farsa de un juicio. Fue clavado en una cruz, entre dos ladrones. Mientras
agonizaba, sus verdugos echaban suertes sobre sus ropas, única propiedad que
tuvo en este mundo.
Cuando
murió, fue depositado en una tumba prestada, gracias a la piedad de un amigo.
Casi 20 siglos han pasado, y ahora es la figura central de la raza humana, y
guía del progreso del hombre.
Ni
todos los ejércitos que han marchado, ni todas las escuadras que hayan
navegado, ni todos los parlamentos que hayan sesionado, ni todos los reyes que
hayan reinado, puestos juntos, habrán afectado la existencia del hombre sobre
esta tierra, como lo ha hecho esa única vida central de todos los siglos.
No fue
médico - y curó todas las enfermedades. No fue abogado - y explicó todos los
principios básicos de la ley. No fue escritor - e inspiró las obras cumbres de
la literatura. No fue poeta ni músico - y es alma de todos los poemas
inmortales. No fue artista - y llenó de luz a los genios de todos los tiempos.
No fue estadista - y fundó las más sólidas instituciones de la sociedad. No fue
general - y conquistó a millones de corazones en el mundo. No fue descubridor -
y demostró a los mortales los mundos de la inmortalidad.
Quedándonos
bastante cortos… El es Jesús.
(Desconozco
el autor)
Madonna con Niño Jesús durmiendo - Giuseppe Maria Crespi |
La Virgen Lagneau - William-Adolphe Bouguereau |
Christ among the Doctors - Bernard Van Orley |
Légende de l´enfance du Christ - Marie-Claude Monchaux fuente |
Jesús en casa de sus padres - John Everett Millais - fuente |
Existen
muy pocas fuentes no cristianas (se podría mencionar a los historiadores Tácito y Flavio Josefo, por ejemplo) con
evidencias históricas de la vida de Jesús. Las que existen son breves
comentarios relacionados con “una secta”, los seguidores de Jesús, crucificado
por atentar contra el régimen político de la época.
La inspiración de diversos artistas,
hombres y mujeres sensibles, con un corazón piadoso, ha dado rostro, forma y
contexto a la figura de Jesús especialmente en relación con los días de su
niñez. Pero hay un largo período de su vida de completo silencio. Los
Evangelios y las Sagradas Escrituras hablan mucho más de su vida pública,
adulto, hasta su muerte y resurrección.
Como es muy obvio, las imágenes que hoy
encontramos del nacimiento de Jesús, están teñidas con los paradigmas del autor,
los usos y costumbres de la época en que la obra fue realizada. Hay, por
ejemplo pinturas llenas de simbolismo, otras llenas de emoción y colorido, pero
todas nos ayudan a configurar la imagen mental que puede focalizar nuestros
pensamientos y nuestra meditación como cristianos.
Es asombrosa la cantidad de obras
relacionadas con la Bendita Virgen María y el Niño Jesús en sus brazos. Para mí
no hay nada “mágico” en estas imágenes pero me conmueven profundamente, porque
están asociadas al “silencio de María”,
el Niño tan “especial” que debe haber sido Jesús y todo ese ambiente de
peligro, muerte y amenaza que rodeó su niñez.
La figura de Jesús, su vida, sus enseñanzas
siguen hablando muy fuerte del misterio del amor de Dios por la humanidad.
4 comentarios:
Magnífica historia y descripción de alguien que según los parámetros humanos fue un Nadie, perdido en los arrabales de su tiempo y que es el Centro de la historia, el Todo.
Tirado en una hoja sucia encontré esto y lo salvo y te lo comparto:
"Un pastorcico solo está pensando,
ajeno de placer y de contento,
y en su pastora puesto el pensamiento,
y el pecho del amor muy lastimado.
No llora por haberle amor llagado,
que no le pena verse así aflijido,
aunque en el corazón está herido;
mas llora por pensar que está olvidado.
Que sólo de pensar que está olvidado
de su bella pastora, con gran pena
se deja maltratar en tierra ajena,
el pecho del amor muy lastimado.
Y dice el pastorcico: ¡Ay, desdichado
de aquel que de mi amor ha hecho ausencia,
y no quiere gozar de la presencia,
y el pecho por su amor muy lastimado!
Y al cabo de un gran rato se ha encumbrado
sobre un árbol do abrió sus brazos bellos,
y muerto se ha quedado, asido dellos,
el pecho de amor muy lastimado".
...por San Juan de la Cruz.
No se de donde salió esta hoja, pero al reverso dice: Imprenta El Imparcial, San Diego 67, Santiago.
Precio: $10.-
... de manera que debe ser muy antiguo. Espero te guste...
Con cariño...
W.-
Sr W
Qué conmovedora reflexión!
Muchas gracias por tu aporte.
Al Buen Pastor, no le importan los sufrimientos que le causa el amor: las incomodidades del viaje, los malos tratos, la herida del corazón o la misma muerte; le duele la ingratitud de su amada, la desidia, la ingratitud, el olvido y el rechazo.
Feliz finde Sr. W!
Debemos aprender tanto de ese silencio de María, ¿verdad?
Gracias por esas palabras anónimas sobre Jesús, ¡qué maravilla!
Según los modelos de nuestros días Jesús sería un "Don Nadie" y lo fue y lo es y lo será Todo.
Un abrazo, Clarissa.
:)
Gracias por tu comentario Doña Eñe
Sin duda la figura de María es un ejemplo. En ella Dios santificó la maternidad. Pero hay que reconocer que debe haber sido tremendamente difícil vivir todo ese proceso. También para José, que muchas veces queda en el olvido. Un varón de Dios que aportó el temple y la disciplina amando siempre a Dios por sobre todas las cosas.
José y María, dos seres humanos, una pareja, una familia especial construida sobre la base de la obediencia y el temor de Dios.
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