Pompeo Batoni 1708 - 1787 |
Mujer de Cada Día
Pedro Casaldáliga
Mientras crece la noche, cada día
prende el Amor su llama
en tu candil de aceite desvelado,
siempre igual y creciente.
El pan de tus moliendas se cuece, cada día,
bajo el fuego tranquilo de tus ojos,
mientras crece también la madrugada.
La fuente de la plaza te entrega, cada día, su
limosna
mientras le crece el corazón al mundo.
Como el ave del Tiempo vas y vienes,
de la casa a la calle, del Misterio al
misterio,
muchas veces al día,
y llevas con tus pasos el compás de las
horas...
Tú sabes qué es vivir a pulso lento,
sin novedad para la prensa humana.
Apenas sin distancia: la de un grito.
En esta pobre aldea que vigilan
las higueras comadres
y el centinela de un ciprés oscuro.
-¿De Nazaret va a salir algo bueno?
José viene cansado, cada noche.
Y el Niño trae el hambre entre los dedos
por undécima vez.
-¿Qué quieres, hijo?
(Las almendras se miran, asustadas de gozo,
y el plato ríe miel por todas partes).
Tú ya has dejado el huso sobre el banco
dormido
y la lana suspira blancamente.
Esta mañana has ido por retama,
y te sangran las manos, en silencio,
y te huelen las manos a lejía de yerbas.
Has ordeñado luego las dos cabras sumisas,
y sabes toda a leche.
Ayer vino el siroco, y te abrasó las flores.
Hoy irrumpe el simún
como una tropa de soldados romanos,
y hay que cerrarlo todo y, con la prisa, a
oscuras,
se te pierde una dracma, rescatada
del tributo de Herodes.
Si las vecinas rompen tu retiro, como gallinas
locas,
tú sonríes.
Un día nace un niño, y tú lo acunas.
Y un día muere un hombre, y tú lo velas.
En la olla inservible crece un lirio morado,
y tú riegas su lenta profecía.
Nazaret se despuebla, cuando llega la Pascua,
y tú marchas con todos,
peregrina del Templo,
con Yahvé de la mano,
con un salmo en la boca.
La ruta de Israel converge en tus sandalias.
Y los caminos múltiples del mundo
arrancan de tus pies caravaneros.
Tu corazón no para, día y noche.
Día y noche recogen sus limpios cangilones
el agua de la Vida.
Y el Verbo se hace Hombre, día y noche,
delante de tus ojos,
al filo de tus manos,
detrás de tu silencio...
Pedro Casaldáliga
Su poema "Mujer de cada día" nos ayuda a encontrarnos
con la "cotidianeidad de María". Tomado de su poemario
"Llena de Dios y tan nuestra"
Florence Camm 1874 - 1960 |
Frank Cadogan Cowper 1877 - 1958 |
Pascal Adolphe Jean-Dagnan -Bouveret 1852 - 1929 |
Mary Engelbreit sitio |
Carlo Maratta 1625 - 1713 |
Rafael Sanzio 1483 - 1520 |
Giorgio Barbarelli (Giorgione) c. 1477 - 1510 |
Marianne Stokes 1855 - 1927 |
Marianne Stokes 1855 - 1927 |
Simon Vouet 1590 - 1649 |
George Hitchcock 1850 - 1913 |
Ruth Sanderson 1951 |
James J.J. Tissot 1836 - 1902 |
Tommaso Masaccio 1401 - 1428 |
7 comentarios:
¡Qué preciosidad de imágenes y texto!
¡Muchísimas gracias!
Muchas gracias Quartier Latin por tu visita.
El poema es realmente bellísimo, me impresionó como nos acerca a una realidad doméstica, que sin duda hubo en la vida de Jesús, María y José. Ellos, sin perder su santidad, su dignidad y su esencia, lidiaron con lo cotidiano.
En cuanto a las imágenes, también es impresionante como cada artista resalta aspectos especiales y recoge detalles de su época, para representar esta "Bendita maternidad" y trasmitirnos una visión siempre tierna y pura.
Ahí, justo ahí, imposible describirlo mejor, dentro de esa realidad, vive el secreto de su reino, ahí en cada acto de entrega y humildad radica el misterio de su grandeza.
Maravilloso texto, me ha emocionado.
Un abrazo, querida amiga, espero que disfrutes del fin de semana y de las entrañables fechas que se acercan rodeada de mucho amor y gracias por este regalo.
Querida Eva, gracias por tomarte un tiempo para escribir un comentario tan amable.
Estos días son muy especiales, con algunas urgencias, inquietudes y preocupaciones familiares. Las fiestas, los regalos y todo lo demás. Pero siempre podemos meditar en lo realmente importante y permitir que el Niño de Belén sonría en nuestra casa, junto a los que amamos.
Espero que tengas una Navidad luminosa, llena de amor y armonía, junto a los tuyos.
Un abrazo grande grande
No había visto algo como este poema. Emana una ternura de cotidianidad tranquila y sencilla, de pequeñas cosas, de paz. Y las imágenes, muy bellas, creo que reflejan el intento del arte en capturar esa esencia tan inasible y misteriosa del amor de madre...
Cariños...
W.-
No había visto algo como este poema. Emana una ternura de cotidianidad tranquila y sencilla, de pequeñas cosas, de paz. Y las imágenes, muy bellas, creo que reflejan el intento del arte en capturar esa esencia tan inasible y misteriosa del amor de madre, ejemplificada como nunca en María.
Cariños...
W.-
Gracias querido amigo por tu visita.
Dios está en los grandes acontecimientos y también en la pequeñez de lo cotidiano.
La Bendita Virgen María es un ejemplo de humildad y generosa entrega.
Un gran abrazo
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