jueves, 20 de diciembre de 2012

Bendita maternidad


Pompeo Batoni
1708 - 1787

Mujer de Cada Día
Pedro Casaldáliga

Mientras crece la noche, cada día
prende el Amor su llama
en tu candil de aceite desvelado,
siempre igual y creciente.
El pan de tus moliendas se cuece, cada día,
bajo el fuego tranquilo de tus ojos,
mientras crece también la madrugada.
La fuente de la plaza te entrega, cada día, su limosna
mientras le crece el corazón al mundo.
Como el ave del Tiempo vas y vienes,
de la casa a la calle, del Misterio al misterio,
muchas veces al día,
y llevas con tus pasos el compás de las horas...
Tú sabes qué es vivir a pulso lento,
sin novedad para la prensa humana.
Apenas sin distancia: la de un grito.
En esta pobre aldea que vigilan
las higueras comadres
y el centinela de un ciprés oscuro.
-¿De Nazaret va a salir algo bueno?
José viene cansado, cada noche.
Y el Niño trae el hambre entre los dedos
por undécima vez.
-¿Qué quieres, hijo?
(Las almendras se miran, asustadas de gozo,
y el plato ríe miel por todas partes).
Tú ya has dejado el huso sobre el banco dormido
y la lana suspira blancamente.
Esta mañana has ido por retama,
y te sangran las manos, en silencio,
y te huelen las manos a lejía de yerbas.
Has ordeñado luego las dos cabras sumisas,
y sabes toda a leche.
Ayer vino el siroco, y te abrasó las flores.
Hoy irrumpe el simún
como una tropa de soldados romanos,
y hay que cerrarlo todo y, con la prisa, a oscuras,
se te pierde una dracma, rescatada
del tributo de Herodes.
Si las vecinas rompen tu retiro, como gallinas locas,
tú sonríes.
Un día nace un niño, y tú lo acunas.
Y un día muere un hombre, y tú lo velas.
En la olla inservible crece un lirio morado,
y tú riegas su lenta profecía.
Nazaret se despuebla, cuando llega la Pascua,
y tú marchas con todos,
peregrina del Templo,
con Yahvé de la mano,
con un salmo en la boca.
La ruta de Israel converge en tus sandalias.
Y los caminos múltiples del mundo
arrancan de tus pies caravaneros.
Tu corazón no para, día y noche.
Día y noche recogen sus limpios cangilones
el agua de la Vida.
Y el Verbo se hace Hombre, día y noche,
delante de tus ojos,
al filo de tus manos,
detrás de tu silencio...




Pedro Casaldáliga
Su poema "Mujer de cada día" nos ayuda a encontrarnos 
con la "cotidianeidad de María". Tomado de su poemario
"Llena de Dios y tan nuestra"




Florence Camm
1874 - 1960


Frank Cadogan Cowper
1877 - 1958


Pascal Adolphe Jean-Dagnan -Bouveret
1852 - 1929


Mary Engelbreit
sitio


Carlo Maratta
1625 - 1713


Rafael Sanzio
1483 - 1520


Giorgio Barbarelli (Giorgione)
c. 1477 - 1510



Marianne Stokes
1855 - 1927


Marianne Stokes
1855 - 1927



Simon Vouet
1590 - 1649



George Hitchcock
1850 - 1913


Ruth Sanderson
1951


James J.J. Tissot
1836 - 1902



Tommaso Masaccio
1401 - 1428

7 comentarios:

Quartier Latin dijo...

¡Qué preciosidad de imágenes y texto!
¡Muchísimas gracias!

Clarissa Rodriguez dijo...

Muchas gracias Quartier Latin por tu visita.
El poema es realmente bellísimo, me impresionó como nos acerca a una realidad doméstica, que sin duda hubo en la vida de Jesús, María y José. Ellos, sin perder su santidad, su dignidad y su esencia, lidiaron con lo cotidiano.

En cuanto a las imágenes, también es impresionante como cada artista resalta aspectos especiales y recoge detalles de su época, para representar esta "Bendita maternidad" y trasmitirnos una visión siempre tierna y pura.

Eva Ferrer dijo...

Ahí, justo ahí, imposible describirlo mejor, dentro de esa realidad, vive el secreto de su reino, ahí en cada acto de entrega y humildad radica el misterio de su grandeza.
Maravilloso texto, me ha emocionado.
Un abrazo, querida amiga, espero que disfrutes del fin de semana y de las entrañables fechas que se acercan rodeada de mucho amor y gracias por este regalo.

Clarissa Rodriguez dijo...

Querida Eva, gracias por tomarte un tiempo para escribir un comentario tan amable.
Estos días son muy especiales, con algunas urgencias, inquietudes y preocupaciones familiares. Las fiestas, los regalos y todo lo demás. Pero siempre podemos meditar en lo realmente importante y permitir que el Niño de Belén sonría en nuestra casa, junto a los que amamos.

Espero que tengas una Navidad luminosa, llena de amor y armonía, junto a los tuyos.

Un abrazo grande grande

Celso dijo...

No había visto algo como este poema. Emana una ternura de cotidianidad tranquila y sencilla, de pequeñas cosas, de paz. Y las imágenes, muy bellas, creo que reflejan el intento del arte en capturar esa esencia tan inasible y misteriosa del amor de madre...

Cariños...

W.-

Celso dijo...

No había visto algo como este poema. Emana una ternura de cotidianidad tranquila y sencilla, de pequeñas cosas, de paz. Y las imágenes, muy bellas, creo que reflejan el intento del arte en capturar esa esencia tan inasible y misteriosa del amor de madre, ejemplificada como nunca en María.

Cariños...

W.-

Clarissa Rodriguez dijo...

Gracias querido amigo por tu visita.

Dios está en los grandes acontecimientos y también en la pequeñez de lo cotidiano.
La Bendita Virgen María es un ejemplo de humildad y generosa entrega.

Un gran abrazo

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