Henry Wardsworth Longfellow
¡Ah! ¡No! No me digáis con voz doliente
Que la vida es un sueño:
Que el alma muere donde el cuerpo acaba,
Que es nuestro fin incierto.
Que la vida es un sueño:
Que el alma muere donde el cuerpo acaba,
Que es nuestro fin incierto.
Polvo que vuelve al polvo es la existencia
Funesta para el cuerpo;
Funesta para el cuerpo;
Pero el alma que es luz, en luminosa
región busca su centro.
Placeres y amarguras no son sólo
de la existencia objeto;
La vida es acción viva, afán perenne...
La vida es lucha, es duelo.
La obra del hombre es lenta: el tiempo huye
rápido como el viento;
Y el corazón la marcha del combate
Sigue siempre batiendo.
¡Alerta! En la batalla de la vida
Reposar un momento
es torpe cobardía: la victoria
es hija del esfuerzo.
Da un adiós al pasado, y del mañana
no busques los destellos;
Pon la esperanza en Dios, mira el presente,
y lucha con denuedo.
La historia nos lo dice: la constancia,
El valor y el talento
engrandecen al hombre.
¡Fe y audacia!
¡También grandes seremos!
Y más tarde, ¡quién sabe si otro hermano
al cuál agobie el peso
del infortunio, revivir se sienta
siguiendo nuestro ejemplo!
Trabaja es luchar.
¡A la obra, a la obra,
Sin desmayar, obreros!
Grabemos esta máxima en el alma:
Trabajar... y esperemos.
Me gusta la fuerza y energía varonil que muestra Longfellow en estos versos.
Me recordó las palabras de David en el Salmo 42 que son como preguntas a si mismo: “¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío”. Este diálogo interno del alma, que se debate ante los desafíos cotidianos, creo que vale la pena verbalizarlo. Al expresar en voz alta nuestro sentimiento, parece que va perdiendo lo amenazante y “el pie” deja de estar atrapado (como en las figuras de Callesen). Así vamos componiendo una oración honesta ante Dios. En las palabras de David: “Dios mío, mi alma está abatida en mi; me acordaré, por tanto, de ti”
"¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios;
porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío”
Peter Callesen es un artista danés cuya labor artística es muy interesante; trabaja principalmente en hojas de papel blanco (tamaño A4, muy similar al tamaño carta). Usa recortes de papel y modelos doblados cuidadosamente para crear composiciones que van desde obras monumentales hasta figuras minúsculas.
Su galería: http://www.petercallesen.com/
4 comentarios:
Intenso y magnífico Salmo a la Vida.
La vida... ese misterio que, como dice Teresa de Calcuta, hay que descubrirlo. La vida, sigue diciendo,
es belleza..¡admírala! La vida, es vida ¡defiéndela!
Gracias por tus reflexiones que nos hacen bien. Un abrazo.
Que alegría tu visita!
Este espacio también es parte de nuestras vidas. Qué bueno es poder compartirlo contigo.
Un abrazo
............uhm hello!!!!!
pretty as allways
i love you so much!!!!!!!!!!!!!
Dear Mapugirl,
thanks a lot
I love you, too
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